El Museo Municipal Manuel Torres acoge hasta hoy domingo la obra de dos artistas dispares que llenan sus paredes de genialidad. Desde la vanguardia del arte del collage de Albatros hasta el nuevo arte simple, colorido, inesperado para el espectador de García Andrés, el espacio del museo mantiene a sus visitantes expectantes.

Ramón José García Andrés es un autodidacta. Así de claro se lo dijeron sus profesores de pintura, cuando con poco más de veinte años comenzó a asistir a clases. "Los profesores me dijeron que valía como autodidacta pero que no me iban a enseñar a pintar, porque si lo hacían estropearían esa capacidad que yo tengo de aprender de cada cosa que veo y pintarla como la siento".

Ramón no copia nada, lo intuye todo a través de la vida. La música, por ejemplo, le inspira. De una canción puede surgir una lámina colorida y dinámica. Todo depende de lo que le trasmita. "La música inspira, la música hace algo. Me gusta la música celta porque dice un montón de cosas, aunque también la electrónica, pero prefiero la música fina, sedosa".

Adora la tranquilidad, el silencio, la espiritualidad, ir al bosque, coger una flor y pintarla, empezar a imaginar a través de su contemplación. Él observa y pinta. De la cara de un chino hace un templo, imagina mirando y reconstruye a rotulador y ceras de colores la vista aérea de una pradera geométrica.

"La gente me ve sentado en un banco y dice ¿qué hace este sólo? ¡pobrecito! y lo que estoy haciendo es observar dar forma en mi mente a algún elemento de la realidad". Todo lo que pinta es su imaginación, su fantasía. Su lema es "Está prohibido aburrirse" "Siempre hay algo interesante que hacer". El es así, único e inimitable. Orgulloso de sí mismo. "Estoy contento con lo que hago, conmigo mismo".

Javier Albatros, en cambio, es un talentoso y reconocido fotógrafo, pintor y autor de collages y recreaciones fotográficas que se inició en el mundo del arte fotográfico en el Ecumenical Social Action Comitte de Boston. Fue allí, en Estados Unidos, donde alcanzó la condición de profesor de fotografía en laboratorio, dedicándose a ello además como profesional. Desde 1978 ejerce como fotógrafo en diversos medios de comunicación y revistas especializadas gallegas, españolas y extranjeras, entre las que cabe destacar su colaboración con National Geographic, una de las más prestigiosas revistas del mundo.