Los grupos de narcotraficantes que operan en la provincia han decidido diversificar las vías de introducción de la droga y también su modus operandi a tenor de los datos que refleja la memoria de la Fiscalía Antidroga de Pontevedra referentes al pasado año.

De hecho, el informe realizado por el fiscal especializado, Marcelo de Azcárraga, destaca que los grupos que operan en Pontevedra tienen "comportamientos flexibles" con los que se adecuan a la respuesta policial que se ejerce sobre ellos. En este sentido, el Ministerio Público muestra "la especial preocupación que merece" el avance de dos modalidades de introducción de las sustancias estupefacientes. El cada vez mayor trasiego de drogas entre la frontera con Portugal y el incremento del tráfico de drogas a través de contenedores que llegan a los puertos de Vigo y Marín.

Señala el fiscal antidroga, en un informe realizado con la ayuda de los mandos de la Udyco, que no se tiene la "seguridad de un control suficiente" sobre posibles envíos de narcóticos escondidos en contenedores, tanto de los que llegan a Vigo o a Marín, como de aquellos que viajan hacia Galicia procedentes de puertos portugueses. Estos déficits en los mecanismos de control quedan de manifiesto, según la Fiscalía, a través de los "recientes hallazgos de mercancía en las empresas de destino, tras superar el control aduanero". Recuerda el Ministerio Público que son los importadores legales de la mercancía los que, "sorprendidos", avisan a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad cuando descubren estos alijos de droga entre su carga legal. El método es el denominado "gancho ciego", en el que los grupos de narcos esconden la droga en un contenedor con mercancía lícita. En estos casos, la persona de la organización de narcos encargada de recoger la droga falla en su cometido y entonces se descubre el alijo al llegar el contenedor a su destino final.

La singularidad del entorno portuario y aeroportuario dificulta el trabajo policial, pero la Fiscalía reconoce avances como el del puerto de Vigo, en el que se está instalando un escáner para el control aduanero de este tipo de mercancías.

Portugal no es sólo una preocupación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad por el incremento del trasiego transfronterizo de droga en contenedores, sino por el "repunte" tanto de los pasajeros aéreos que, en sus cuerpos o equipajes, transportan cocaína, así como por la llegada a Galicia de hachís desde el sur de España. Las vías de comunicación portuguesas, son, señala este informe de Fiscalía, una de las rutas preferentes utilizadas por los narcos para introducir el hachís en coches propios con "caletas" (dispositivos de apertura electrónica camuflados en los turismos), así como a través de la utilización de vehículos de alquiler.

De hecho, la memoria fiscal destaca que el pasado año se ha producido un incremento de la actividad investigadora en los partidos judiciales limítrofes con Portugal que "ha evidenciado el constante trasiego con el país vecino. Destaca, particularmente, cómo "la ruta portuguesa" se ha convertido en una de las principales para el hachís no sólo por vía terrestre, sino también marítima. En cuanto a esta última destacan dos variantes según los "medios tecnológicos" de los que dispongan los narcotraficantes. Aquellos con más recursos optan por "el transporte directo desde el norte de África por medio de potentes embarcaciones a las que se le suministra combustible en puntos intermedios". Otros más "modestos" transportan la droga costeando Portugal con varias escalas.

Ante esta diversificación de los métodos que utilizan los narcotraficantes, ¿qué ha ocurrido con los grandes transportes marítimos de cocaína desde Sudamérica? Como ya se venía detectando en años anteriores, el fiscal antidroga de Pontevedra señala que "es posible que se haya reducido esta ruta directa" en detrimento de la conocida como "ruta africana" con almacenamiento de importantes cantidades de coca (en concreto en los países del denominado cuerno de África para luego enviarlas al mercado europeo en cantidades más pequeñas, reduciendo así la pérdida en el caso de ser descubiertos.

No faltan las "planeadoras"

En este punto, las previsiones que manejaba Fiscalía no se están cumpliendo. Si bien pensaban que este nuevo modo de proceder "iba a restar protagonismo a los narcotransportistas gallegos, la realidad de los hechos pone de relieve como éstos siguen operando de la misma forma". El único cambio es que la recogida de droga ya no se realiza directamente de las embarcaciones procedentes de Sudamérica, sino de estos narcoalmacenes africanos. De hecho, explican que la importante presencia que tiene la flota pesquera gallega en la zona devuelve el protagonismo a las organizaciones "autóctonas". El Ministerio Público enmarca en este contexto la incautación de un gran alijo de cocaína a bordo del buque "Facuca" a la entrada de la ría de Vigo.

En el papel que juegan los gallegos como narcotransportistas a comisión, no faltan tampoco las organizaciones especializadas en el desembarco de cocaína en lugares recónditos de las rías utilizando grandes planeadoras. Como ejemplo se puede citar a la organización presuntamente liderada por David Pérez Lago y desarticulada el año pasado, con capacidad para realizar dos grandes descargas en apenas 20 días.

La memoria de Fiscalía también recuerda que las bandas que se dedican al narcotráfico siguen empleando métodos de camuflaje de lo más curioso para lograr eludir los controles. El año pasado, en una operación dirigida por el juzgado de Tui, se detectó en la provincia una red que se dedicaba a introducir cocaína camuflada en objetos de remitían vía postal. Se logró interceptar uno de estos envíos y se pudo comprobar que en ellos había fotografías que estaban impregnadas de cocaína que luego uno de los implicados decantaba en un laboratorio. La droga era entregada posteriormente a sus superiores en Madrid.

En otra investigación llevaba a cabo por el juzgado de Redondela se investigó un laboratorio de decantación de la cocaína que llegaba a España impregnada en ropa. También se intentó "colar" droga entre un cargamento de pescado congelado.

En cuanto a otros métodos sorprendentes utilizados para introducir droga en Pontevedra, la Fiscalía recuerda el caso del submarino aparecido en aguas de la ría de Vigo. Esta red estaba concertando la introducción de 3.000 kilos de cocaína con el sumergible, construido en Vigo por uno de los sospechosos. Según Fiscalía, el artefacto fue abandonado "por problemas en su manejo".

En cuanto a la heroína, señalan que "sigue mayoritariamente en manos de la etnia gitana". Señala que el consumo de esta droga se produce en los propios poblados chabolistas.