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Anécdotas curiosas en la Historia del Cine Club Padre Feijóo

Manuel Rego Nieto.

El próximo mes de octubre se van a cumplir los 50 años de la creación dentro de la Escuela Normal de Ourense del Cine Club "Padre Feijóo", entidad que, por suerte, todavía a día de hoy sigue con vida y la actual directiva, presidida por Manuel Precedo Barbeito, ha preparando un programa de actividades para conmemorar el cincuentenario de su creación, realizado en la Casa de Cultura y el Liceo Recreo los días 18 y 19. En su día ya publicamos en Faro de Vigo una pequeña historia de nuestro Cine Club, y, en concreto, el 12 de junio de 2016. Que se completó con otros artículos sobre las Mostras de Cine que organizó durante las fiestas mayores de nuestra ciudad (24 de junio de 2015), las "Xornadas do Cine" realizadas en los años setenta (5 de noviembre de 2017) y sobre Emilio Losada, el creador principal del Cine Club (11 de septiembre de 2019). En el presente artículo queremos dar a conocer anécdotas curiosas que se produjeron en el cine club a lo largo de los tiempos, muchas de las cuales no dejan de tener un sentido ciertamente cómico, que animan a la sonrisa y hasta a la risa profunda, aunque otras no tanto.

Con el apoyo de algunos profesores de la Escuela Normal, especialmente el del docente interino de Pedagogía Gumersindo Marcos Conde, y de un grupo de estudiantes encabezado por David Cortón Lamelas, el nuevo profesor de Religión de la Escuela Emilio Losada Vila, que había sustituido por edad al infausto profesor de la misma materia Augusto Bazal (el que más suspendió a alumnos y alumnas en toda la historia de la escuela), decide crear en el seno de la Normal un Cine Club con la denominación de "Padre Feijóo", que era el nombre de la sección de maestros (la de maestras era "Concepción Arenal"). Para ello cuenta con el permiso del director de la sección masculina Manuel Bermúdez, y se va a iniciar el curso 1970-71 en el mes de octubre. Y unos años más tarde, en 1977, el cine club se abre a la ciudad, teniendo que para ello modificar sus estatutos, y entrando en la directiva Segismundo Bobillo Morgade.

Al ser Emilio Losada sacerdote, que residía en la Casa Sacerdotal de Santa Eufemia, profesor del Seminario, pedagogo y psicólogo del Instituto de Higiene de la avenida de Zamora, consigue para las primeras sesiones del Cine Club recién creado la cesión de la sala de actos del colegio de las monjas Carmelitas, y más tarde la de la parroquia de Fátima en O Couto. A partir de estos inicios comienzan las curiosas anécdotas que fueron sucediendo en la entidad cultural a lo largo de los años y que tenemos a bien comentar, para conocimiento de nuestros lectores y de los amantes del séptimo arte de nuestra ciudad.

Durante cuarenta años de dictadura y hasta la transición de 1978, existía la férrea censura franquista, por la que todas las películas que se proyectaban en el país tenían que tener una ficha de censura emitida por la junta censora del Ministerio de Información de Madrid. Todas las películas que podían ser exhibidas eran calificadas con un número: las calificadas con 1 y 2 podían ser visionadas por todos, incluidos niños y jóvenes, la que tenía un 3 contaba con un "r" de "reparos" y solo podía ser vista por mayores de 18 años. Si había sido calificada con un 4 era considerada "gravemente pecaminosa". Cuando en las Carmelitas el cine club proyecta el film "Mamma Roma", realizado por el italiano Pier Paolo Pasolini en el año 1962, las monjas comprueban que tenía la calificación de un 4, por lo que dejan de inmediato de prestar su sala y el cine club comienza su peregrinar, hasta que el dueño del Cine Mary, Guillermo Fdez. De Lage, una persona excelente, cede de forma gratuita su sala, para proyectar los sábados a las 3 de la tarde (los demás días y horas eran para las sesiones comerciales de la sala), teniendo que gratificar el cine club a los proyeccionistas de la cabina, dado que tenían en cada sesión que montar, revisar y proyectar las diferentes películas.

Hasta que, gracias a Armando Prada Castrillo, en el cargo de Delegado Provincial de Cultura, el que ayudó más al cine club sin duda alguna en toda su historia (muy importante su ayuda cuando la entidad estuvo a punto de desaparecer por problemas económicos), decidió ceder al cine club la sala de la Casa de la Cultura de la calle Concello, en cuya cabina se instalaron dos proyectores de 35 mm adquiridos por el cine club a las monjas de Maceda (eran los antiguos del cine Avenida, que habían sido sustituidos por unos nuevos para poder proyectar en "Todd-AO"), a finales de los setenta, y donde todavía hoy sigue proyectando, el "Padre Feijóo", desarrolló la mayoría de sus sesiones cine-clubistas semanales en el Mary de la calle Cardenal Quiroga. En su mayoría con llenos absolutos, teniendo incluso que sentarse los socios en los pasillos, pues no eran suficientes las butacas, como ocurrió por ejemplo con los filmes del ciclo dedicado a Luis Buñuel, el de los hermanos Marx, y con algunas de las sesiones de las "Xornadas do Cine". Recordamos también que Carlos Casares llevó a algunas sesiones del Mary a Blanco Amor, el cual, que siempre fue un narcisista y ególatra (al margen de su calidad como novelista), se enfadaba mucho porque la mayoría de los socios no le daban ninguna importancia a su presencia, al desconocer por completo de quien se trataba. Tal era la nula formación que en aquella época se daba de lengua y cultura gallegas en los centros de enseñanza, al estar totalmente proscritas.

El cine club a lo largo de los tiempos, tanto para sus sesiones semanales, como para las actividades monográficas de mostras y jornadas, tuvo que hacer uso de otras salas de nuestra ciudad. El Cine Mary no podía albergar por su aforo a los socios asistentes a las sesiones y por ello se hacían segundas sesiones de las películas en el Colegio de los Salesianos, cuya dirección siempre tuvo una magnífica actitud hacia el "Padre Feijóo", cediendo también su sala para las sesiones de la sección infantil, con películas adecuadas para niños y jóvenes. En su sala se desarrolló la segunda edición de la "Mostra de Cine de Arte y Ensayo", dentro del programa de las fiestas mayores de la ciudad en junio de 1974, cuyas películas fueron presentadas por el periodista cinematográfico del diario Informaciones de Madrid César Santos Fontela, que también coordinaba los coloquios. Y la tercera edición de las "Jornadas de Cine en Ourense", del 2 al 8 de enero de 1975, en la que el gobernador civil de entonces, que asistía a la sesión, el valenciano Joaquín Llobell Muedra (sin duda alguna, el gobernador más fascista que hubo en la historia de la provincia), ordenó el secuestro del film "A Tola" realizado por Miguel Gato, que el TOP (Tribunal de Orden Público franquista) hizo desaparecer, y del que nunca más se supo, aunque se intentó recuperar y no fue posible. El mismo día del secuestro de la película los organizadores de las "Jornadas" tuvieron que ir a declarar a la comisaría especial que existía en el Gobierno Civil ourensano.

Del 22 al 28 de junio de 1973 tuvo lugar en la sala del Colegio de los Maristas la primera edición de la "Mostra de Arte y Ensayo" de las fiestas de Ourense, cuya comisión presidía Manuel Rego Nieto, otro ourensano ejemplar que siempre apoyó al cine club. La película de Luchino Visconti "Muerte en Venecia" hubo que proyectarla dos veces para poder verla todos los ourensanos que lo deseaban y no cabían en la sala. La presentación de los filmes y dirección de los coloquios corrió a cargo de Norberto Alcover, de la revista Reseña de Madrid. En el Coliseo Xesteira, con auténticos llenos en todas las sesiones, y en la sesión dedicada al film de Visconti "La caída de los dioses", hasta se llenó el espacio llamado popularmente el "gallinero", hecho que no había ocurrido nunca. Era la cuarta edición de la "Mostra de Arte y Ensayo" de las fiestas mayores, celebrada del 18 al 28 de junio de 1976, cuya comisión presidía el concejal Gómez Andelo, también gran colaborador del cine club. Presentación y coloquios de los filmes corrieron a cargo del crítico cinematográfico de la revista Triunfo Fernando Lara. La quinta edición de la Mostra, apoyada también por Gómez Andelo, se celebró en el Cine Avenida (la única vez que el cine club proyectó en esta sala) del 21 al 28 de junio de 1977. En 1978 no se organiza la Mostra, por culpa del concejal Carlos Trapote y del presidente de la comisión de fiestas Manolo Arnoya, que no quisieron apoyarla. Las ediciones sexta y séptima de junio de 1979 y 1980, sin ayuda municipal, tuvieron lugar en la Casa de Cultura de Concello y en el Pequeno Cine de la calle de Reza respectivamente.

Del 7 al 14 de enero de 1978, con su nueva denominación, se desarrollan en el Cine Xesteira las "VIª Xornadas do Cine das Nacionalidades e Rexións", que a la postre fueron las que provocaron una grave crisis económica en el "Padre Feijóo". Todavía recordamos como, proyectándose la película del boliviano Jorge Sanjinés, titulada "Fuera de aquí", de título bien premonitorio, muchos de los que acudían al Coliseo Xesteira, pensaban que la que iban a ver era un western anunciado en la cartelera, compraban la entrada y luego ya dentro de la sala, al comprobar que no era aquel film, a voz en grito pedían la devolución del dinero de la entrada. Los alquileres de las películas que integraban el programa eran muy elevados y el cine club cayó en bancarrota, con una crisis profunda en todo 1978. Que se fue salvando al realizar las sesiones ahora en 16 mm. en la sala de la Delegación de Cultura de la avenida de la Habana, en la Casa de Cultura de Concello y en el Liceo Recreo, utilizando un proyector de 16 mm. marca Eiki, adquirido por el cine club mediante un crédito personal de sus directivos. Los filmes proyectados eran de alquiler gratuito, teniendo que pagar solo los gastos de transporte de los mismos, pues eran cedidos por el Instituto Alemán y la embajadas de Francia y de Canadá. Al final, gracias a la inestimable mediación de Amando Prada, siendo ministro Pío Cabanillas, la Dirección General de Cinematografía concede una subvención al cine club, con la que se saldan todas las deudas, e incluso los directivos recuperan el dinero invertido en la compra del proyector, que todavía funciona y se conserva hoy la entidad. El 20 de diciembre de 1978, con la proyección de Dodeskaden de Akira Kurosawa, se inaugura para cine la sala de la Casa de la Cultura de Concello. Y los directivos comprueban que los proyectores de 35 mm. que habían adquirido no tenían objetivo de cinemascope, por lo que para las siguientes sesiones tienen que adquirir unos. En 16 mm. hay que destacar el éxito que tuvo en el Liceo la proyección de los films del canadiense Norman MacLaren. Y que, la primera vez que, después de la guerra vino a Galicia Carlos Velo desde México, lo trajo el "Padre Feijóo" para la quinta edición de las "Xornadas do Cine" de abril de 1977.

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