Circulaba a 171 kilómetros por hora por la autovía A-52, a la altura de Ribadavia, excediendo el límite de 120 de velocidad máxima que rige como norma en las carreteras de alta capacidad. Además, el conductor, de 23 años, iba al volante pese a carecer del permiso de circulación, lo que constituye un delito contra la seguridad vial, del que será investigado y por el que deberá rendir cuentas ante la justicia. A mayores, los agentes propusieron una sanción porque los ocupantes del coche iban sin mascarilla.

Los hechos se remontan al 4 de agosto, aunque la Guardia Civil informó esta mañana. La tarde de ese martes, efectivos del Subsector de Tráfico de Ourense interceptaron un vehículo Opel Corsa que circulaba por la A-52, en sentido Benavente, y fue detectado a 171 km/hora en un control en el kilómetro 259,2, en el municipio de Ribadavia. Los guardias comprobaron que el joven conductor carecía de permiso o licencia, por lo que instruyeron diligencias por un delito vial. Además fue sancionado con una multa de 400 euros más la retirada de 4 puntos, por la velocidad excesiva.

El instituto armado indica que los agentes "dieron cuenta a la autoridad sanitaria de la comunidad autónoma gallega, de que todos los ocupantes del vehículo [no concreta cuántos] no hacían uso de mascarillas en los medios de transporte, en los casos que son obligados". La Guardia Civil subraya que "evitar este tipo de actitudes constituye uno de los objetivos primordiales". En las últimas jornadas se están intensificando los controles de velocidad, dentro de una campaña de la DGT.