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Volver al Camino con cautela: 50% de camas y reserva online

Concellos como el de Cea, en la Vía de la Plata, reabren a partir de mañana sus alojamientos para peregrinos con medidas de seguridad

Gel y marcas que indican qué camas están inhabilitadas por la distancia de seguridad. // Carlos Peteiro

El comienzo de julio, mañana, conlleva el retorno de los peregrinos al Camino de Santiago y la reapertura de la Catedral compostelana así como de los albergues que integran la red pública, estos de forma gradual a partir del día 1 y hasta el inicio de septiembre. Municipios como el ourensano de San Cristovo de Cea, ubicado en la Vía de la Plata, recuperan desde este miércoles su alojamiento público para los visitantes que transitan por la ruta jacobea. Eso sí, para estar seguros deberán efectuar una reserva telemática, desde el día anterior hasta las 13 horas de la jornada del alojamiento, para asegurarse de que tenga plaza cuando lleguen al final de etapa, puesto que el aforo se limita inicialmente al 50%, 20 de las 40 camas de Cea. Es posible la reserva presencial en el recinto, pero siempre y cuando quede alguna disponible a la llegada. Los albergues del Camino reabren con medidas de seguridad y precaución adaptadas a la nueva normalidad, para evitar que el flujo de peregrinos pueda provocar contagios.

Entre los primeros recintos de esta clase que regresan a partir del 1 de julio se encuentran los de los municipios ourensanos de A Gudiña, Laza, Sandiás, Trasmiras, Verín, Vilar de Barrio, Xinzo de Limia y Xunqueira de Ambía, además de Cea.

Según explica José Dalama, concejal de Turismo, Promoción Económica y Nuevas Tecnologías de este último municipio, hoy recibirán formación sobre el uso de la plataforma de reserva, que permitirá que cada mediodía haya una aproximación de la cifra de peregrinos esperada para esa jornada. Antes de la pandemia, a estas alturas del año la ocupación en el albergue de Cea era superior a las 20 camas como máximo que ahora podrán utilizarse, e incluso se habilitaba el pabellón polideportivo si el número de viajeros era elevado, "pero este año no será posible, al no haber un protocolo adecuado", dice el edil.

Las precauciones que exige la crisis sanitaria imponen cambios en el uso de los albergues públicos de la ruta jacobea. Habrá paneles informativos, señales de acceso y salida, gel hidroalcohólico, papeleras cerradas con pedal, guantes y bolsas para peregrinos y albergueros, así como una limitación de aforo al 50%, que se elevará al 75% en los establecimientos privados, para fomentar la reactivación del sector tras varios meses de parón.

Duchas de uso individual

Para garantizar las distancias se han señalizado los elementos de la instalación que no pueden usarse. Por ejemplo, en el albergue de Cea unas cruces con cinta indican qué camas están inhabilitadas, para garantizar la separación de seguridad entre los peregrinos que pernocten. Del mismo modo se restringirán las zonas de uso común, como la terraza de descanso de este albergue. "Además las duchas solo se pueden utilizar de manera individual y las mochilas no se pueden dejar en las zonas comunes, sino que cada peregrino debe tenerla a su lado y se ofrece la posibilidad de embalarlas", señala Dalama.

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