María González Castrillo no tiene "esos teléfonos modernos", dice, para poder estrechar la distancia del confinamiento con videollamadas a sus tres nietos y cinco bisnietos, el mayor a punto de cumplir 31 años. "Los echo mucho de menos". Salva la soledad con la compañía de su hija Preciosa y las comunicaciones a través del fijo con el resto de la familia. Celebra que todos estén sanos. Hoy, a las 12 horas del Jueves Santo, cumplió 102 años en mitad del confinamiento. Una salud férrea a niveles físico y mental que ahora salvaguarda de la amenaza del virus recluida en su casa, sin abandonar hábitos saludables como los paseos por la propiedad. "Salgo al patio a dar vueltas y camino por casa. Cuando llovía y se podía salir, andaba, aunque lo haga muy despacio, entre 1 kilómetro y 1 kilómetro y medio cada día".

María, que nació en el pueblo zamorano de Villalpando (su padre era castellano), fue una de las miles de ourensanas que buscaron futuro en la emigración. Estuvo 3 años en Venezuela. "Cuando era joven era muy lista pero ahora soy una torpe. Algunas cosas se me olvidan pero también se le olvidan a otros mayores", dice restándose importancia. A su regreso a Galicia trabajó en el campo, segando hierba. El secreto de la longevidad, afirma según su experiencia, es "trabajar mucho y comer poco. El médico no me quitó el vino, sino que me lo quité yo. Nunca lo tomé, bebo agua".

Nació en el año de la virulenta gripe de 1918, al final de la Primera Guerra Mundial. Sufrió la Guerra Civil, la posguerra y los tiempos del hambre. Vivió la Transición y la restauración de la democracia tras cuatro décadas de dictadura. Los tiempos actuales son críticos, pero ella recuerda: "Ahora estamos mal pero la vida es mejor que antes para quien tiene trabajo, salud y paz en casa".

El alcalde de Cortegada, Avelino de Francisco, Protección Civil y Guardia Civil acudieron esta mañana a su casa de la aldea de O Pazo, en la parroquia de Valongo. El municipio tiene 7 centenarios como ella y más de 40 vecinos superan los 80 años de vida. A María, como a otra vecina, Modesta, que alcanzó la barrera del siglo hace unos días, le llevaron una tarta y le pusieron por megafonía la canción del cumpleaños. "Me sentó muy bien, se lo agradezco a todos mucho", responde ella. "Ella no sabía nada, solo su hija, y reaccionó entre lágrimas. Cuando cumplió 100 años ya se hizo una celebración, pero entonces fue una gran fiesta con la hija, los nietos, que están ahora en Vigo, y los bisnietos", detalla el regidor. "Vivió al lado de la casa de mis padres y muchas veces iba para allí, según me ha dicho. Tiene una cabeza envidiable, está de maravilla", completa de Francisco.

Un vecino de Cortegada lleva 21 días ingresado en la UCI por coronavirus. Se contagió, al parecer, durante una excursión en Lloret de Mar. Este concello del rural ourensano ha puesto en marcha varias medidas para que la pandemia no afecte a más residentes. "El Concello publicó un bando informando del obligado cumplimiento de guantes y mascarillas en establecimientos públicos. Todos los días se desinfectan las zonas públicas y las personas mayores que lo soliciten reciben en su casa la compra, medicamentos o comida. Además, para los niños hay medidas de apoyo al estudio para que puedan seguir el curso de forma online, poniendo a disposición lo que necesiten", afirma el alcalde.