La Fundación San Rosendo gestiona 33 residencias de mayores en la provincia de Ourense y siete de personas con discapacidad, con 2.122 usuarios y una plantilla formada por 1.070 profesionales. Por lo tanto, desde la entidad señalan que la preocupación por la evolución del coronavirus existe por lo que se han extremado las medidas de prevención y confinamiento. Aunque la actividad en el interior de los centros en cuanto a talleres y terapias se mantiene con la normalidad que la situación permite, los usuarios han tenido que renunciar a las visitas de sus familiares. No se reciben desde el viernes 13 pero sí se mantiene el contacto diario con las familias a través de llamadas telefónicas o videollamadas. El personal ha redoblado su esfuerzo para mantener la conexión llamando cada día, uno a uno, a los familiares de los residentes.

"Estamos tomando todas las medidas de prevención y tenemos que agradecer a los trabajadores de la fundación su profesionalidad, el esfuerzo y la buena predisposición que están teniendo para adaptarnos a las circunstancias de cada día", señala el presidente de San Rosendo, José Luis Gavela. "Es un momento complicado -admite-, pero nuestros profesionales están dando lo mejor de sí para atender a las personas mayores que viven con nosotros y proporcionar información a sus familiares, día a día".

Con todo, desde la fundación transmiten su preocupación ante la posibilidad de que se declaren casos positivos entre los usuarios o el personal del centro y han comunicado la necesidad de material de protección. Aunque disponen de respiradores, nebulizadores, mascarillas y guantes, recuerdan que las residencias de mayores no son hospitales.