En torno a la una de la madrugada del viernes nació en el hospital de Verín el segundo bebé desde que se cerró el paritorio de la referida localidad. En jefe de ginecología del centro, Javier Castrillo, se negó de nuevo a que se realizara el traslado de la madre, ante el riesgo de que el parto se produjera en el camino, dada la dilatación que presentaba, pero la novedad está en que los padres La pediatra llegó 40 minutos después del parto.
El jefe de ginecología del hospital de Verín comunicó a las 23.27 horas del pasado jueves al juzgado de guardia de Verín que estaba a punto de producirse un parto en el centro, tras decidir con la también ginecóloga Sonia García que la paciente no debía trasladarse a Ourense por el riesgo de que la niña naciera en el camino, contraviniendo un protocolo del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) que pedía que se procediera al mismo.
Javier Castrillo y Sonia García (ginecóloga de guardia) llegaron a la conclusión de que no se podía aplicar el protocolo que le habían remitido, para que se trasladara al CHUO, opción que descartaron porque la madre había entrado en el hospital con una dilatación de siete centímetros y en poco más de media hora había avanzado hasta los 9, por lo que "había un riesgo altísimo de que la señora pariera por el camino".
Castrillo sostiene que el protocolo que les han remitido "no es adecuado para realizar un traslado interhospitalario, sino para actuar en un centro de salud, donde no hay un paritorio, no hay un quirófano y donde no se pueden hacer determinados tratamientos que aquí se pueden realizar". Y advierte: "Si aquí nos sometemos a ese protocolo, podemos asumir un riesgo grave, incluso de muerte, a una paciente y a un bebé".
El jefe del servicio de ginecología de Verín se trasladó al hospital, para supervisar la situación, y decidió con Sonia García que el parto se produjera en el hospital comarcal. Notificaron al juez la decisión que habían adoptado, contraviniendo un protocolo, al considerar que se trataba de "un protocolo absurdo", ante las responsabilidades que pudieran derivarse, por "asumir un parto en un lugar donde no había pediatra".
Previamente habían llamado al servicio de pediatría de Ourense, que tras la primera negativa confirmó que mandarían a la pediatra Clara Gil González, que llegó 40 minutos después de que naciera la niña. Comprobó que estaba bien, y le comunicó a la madre que el bebé tendría que ser trasladado a Ourense, porque en el Hospital de Verín no hay pediatra. La madre ya había manifestado con anterioridad que, si la niña estaba bien, se negaría a que la trasladasen al CHUO, por lo que tuvo que firmar el alta voluntaria de Andrea Larisa. Por lo tanto, el jefe de ginecología del Hospital de Verín explica que "la niña está aquí con la madre, pero no se encuentra hospitalizada, porque en este centro no hay atención pediátrica". Previsiblemente, a la madre la darán el alta en la jornada de hoy o mañana.
Protesta por el cierre del paritorio de Verín en la Diputación. // Brais Lorenzo
El jefe de ginecología explica que en el momento que le den el alta a la madre, "se lleva a la niña para casa y luego se le concertarán consultas con pediatra de atención primaria", para hacerle las pruebas y revisiones requeridas. Y aclara que la niña "recibe el mismo trato que si estuviera ingresada y se dará de alta en el momento que se dé de alta a la madre", pero como no hay pediatra en el Hospital de Verín, "no puede figurar como paciente ingresado", dado que "no hay esa figura administrativa". Castrillo resta importancia a esta situación, teniendo en cuenta que, "en algunos hospitales, si el niño está sano, no figura como ingresado".
El jefe de ginecología admite que se trata de un tema muy complejo. "Han tomado una decisión muy impopular, suprimiendo un servicio que la gente valora mucho, y han querido que nosotros fuéramos los que pagáramos los platos rotos. Primero acusándonos de falta de pericia, luego acusando al hospital de falta de seguridad, luego escudándose en la falta de pediatras". Y lamenta: "A nosotros nos han difamado y nos han calumniado con su actitud, cuando en realidad se trata de una medida pura y dura de gestión".
Castrillo admite que la falta de pediatras es real, "pero aquí las guardias de pediatría estaban cubiertas hasta el mes de mayo, cuando se ha pegado el cerrojazo". Y sostiene: "Si hay interés, los profesionales se buscan y se encuentran. Siempre ha ocurrido así. Incluso pueden venir de fuera del país. Hay lugares en los que la formación es buena, como en Centroamérica, y si el profesional es bueno la homologación se puede realizar en veinte días, siempre que la Administración se implique".
Castrillo admite que la falta de pediatras es real, "pero aquí las guardias de pediatría estaban cubiertas hasta el mes de mayo, cuando se ha pegado el cerrojazo". Y sostiene: "Si hay interés, los profesionales se buscan y se encuentran. Siempre ha ocurrido así. Incluso pueden venir de fuera del país. Hay lugares en los que la formación es buena, como en Centroamérica, y si el profesional es bueno la homologación se puede realizar en veinte días, siempre que la Administración se implique".
La situación se debe, según el jefe de ginecología, a que "están dejando caer a este hospital. Aquí no le puede apetecer venir a nadie, porque no tenemos anestesistas, no tenemos dermatólogos, no tenemos cirujanos, no tenemos pediatras. Encima, ¿cómo vas a venir a trabajar, si te ofrecen un contrato temporal, de cualquier manera? La hoja de ruta, a medio y largo plazo, es desmantelar el hospital. Desmantelar la atención que se presta en el rural, para centralizarla en los hospitales grandes".
