El productor, cantante y DJ de música electrónica Juan Magán dio un concierto en Ourense el 6 de mayo de 2017, en el marco del festival ICC Week, al que acudieron unas 2.500 personas, en el Pazo dos Deportes Paco Paz. Benito P. N., el encargado de gestionar la seguridad del evento, presentó a las autoridades un protocolo de emergencias y evacuación -en realidad un plan de seguridad- arrogándole la autoría a una tercera persona. Ayer fue a juicio en el Penal 1 de Ourense por un delito de falsedad documental en concurso medial con un delito de estafa con abuso de firma. El acusado se conformó con una condena de 1 año y 7 meses de prisión. En principio no tendrá que cumplirla ya que de antecedentes penales que computen a efectos de reincidencia.

Actuó en representación de la empresa Libre Acceso Norte S. L. y obtuvo la gestión de la seguridad en el concierto de Juan Magán, celebrado el 6 de mayo de 2017. Percibió un total de 1.120 euros por parte de la productora del evento, de los cuales 500 euros correspondían al plan de emergencias.

El encausado no podía rubricar por sí mismo el protocolo de emergencias y evacuación, al no estar capacitado para ello. Estaba inhabilitado, por resolución judicial, desde el año 2010 para ejercer todo tipo de funciones de seguridad privada. Tal y como se considera probado con la sentencia de conformidad aceptada ayer por el acusado, presentó el documento preceptivo atribuyéndole la autoría a un hombre al que conocía de una actuación profesional anterior, y de quien sabía que sí estaba capacitado para la presentación del citado protocolo.

Con total desconocimiento del aludido, el responsable de la seguridad del concierto presentó ese papel falsificado en la Diputación de Ourense -administración propietaria del recinto donde se celebró el concierto- y en el servicio de bomberos.

La Policía se personó en el lugar del concierto a las 23 horas y requirió la presencia del responsable de seguridad, Benito P. N., ahora condenado. Los agentes le pidieron su documentación personal y el plan de seguridad. El acusado dijo que se había olvidado de su documentación y que el plan se encontraba en la oficina, en Vigo, aunque añadió que lo había remitido a la Diputación, titular del polideportivo habilitado para el directo, así como a los bomberos, que hicieron mediciones y aceptaron el plan.

Había cuatro vigilantes de seguridad sin armas en el dispositivo de aquel concierto, tres en la puerta de entrada, efectuando el control de los asistentes, y uno en la parte trasera, donde se encontraban los vehículos del evento.