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Testará dos sistemas antes de licitar el contrato definitivo

El Concello inicia la retirada de contenedores soterrados un lustro después de su precinto

La primera alternativa, basada en el modelo finlandés, está ya en fase de obras en la calle Florentino Cuevillas

Las obras comenzaron ayer en la calle Florentino Cuevillas. // Iñaki Osorio

El proceso de renovación del medio centenar de islas de contenedores soterrados que desde hace cinco años están fuera de servicio en la ciudad de Ourense arrancó ayer con la retirada de la plataforma de la calle Florentino Cuevillas, donde se instalará una nueva isla ecológica, adaptada a la próxima ley de Residuos.

Tanto este sistema, formado por cinco contenedores de la marca Molok, y el que se colocará en los próximos días en Sáenz Díez, de la firma ourensana Formato Verde, estarán varios meses en fase de prueba, ya que el Concello de Ourense quiere testar dos formatos diferentes de recogida de residuos para comprobar su eficiencia y rentabilidad antes de sacar el contrato definitivo a concurso. Entre otras cosas, los técnicos analizarán cuestiones como los tiempos de carga y descarga, y los costes de mantenimiento.

Una vez elegido el modelo idóneo para Ourense, las especificaciones concretas se trasladarán al pliego de condiciones técnicas que regirá el procedimiento de contratación para la renovación integral de los contenedores soterrados.

En total son 50 islas de contenedores las que hay que reponer. Están ubicadas en las zonas más céntricas de la ciudad y puntos de interés turístico, pero se encuentran inoperativas desde 2014, año en el que el gobierno local decidió precintarlas por acumulación de deficiencias. El viejo sistema, consistente en plataformas hidráulicas que obligaban a levantar la acera para su vaciado, generaba problemas de drenaje y corrosión, resultaba poco higiénico y suponía una amenaza para la seguridad de los operarios del servicio.

Tras cinco años de auditorías y propuestas de solución que no llegaron a ejecutarse, el gobierno local ha optado por retirar las cincuenta instalaciones y colocar nuevos sistemas de contenedores soterrados que, a diferencia de los antiguos, no son hidráulicos y requieren un menor mantenimiento. De hecho, en los dos modelos a prueba gran parte del recipiente contenedor está bajo tierra, con una bolsa que se retira utilizando una grúa.

Los trabajos comenzaron ayer en la calle Florentino Cuevillas con el desmontaje de la isla existente y la retirada y limpieza de restos del fondo del foso de contención. Una vez finalizada esta actuación, se empezará a instalar el nuevo modelo, conocido como modelo finlandés. Este formato, tal y como explicaron en su día el alcalde Gonzalo Pérez Jácome, y el edil de Medio Ambiente, Jorge Pumar, consiste en una isla con cinco contenedores de la marca Molok, modelo Classic, comercializados por la firma Solgaleo.

Se trata de contenedores con tapas coloreadas para identificar el tipo de residuo, con un interior rígido de polietileno de alta densidad, tres metros cúbicos de capacidad y un sistema de apertura de doble gancho. Cada uno de los contenedores contiene depósitos de lixiviados independientes. Los cinco elementos se corresponden con la recogida de vidrio, papel, envases, restos y bioresiduo, cumpliendo así la nueva ley de Residuos que entra en vigor el 31 de diciembre y obliga a introducir un contenedor para residuos orgánicos.

En los próximos días comenzarán las obras para instalar el segundo modelo en la calle Sáenz Díaz. En este caso, se trata de la propuesta presentada por la empresa ourensana Formato Verde, con sede en el polígono de San Cibrao das Viñas. Su modelo consiste en contenedores soterrados monobloque con carga vertical. Fabricados también en polietileno, son más pequeños en superficie, reduciendo el impacto visual en la ciudad.

Una vez testado qué modelo se adapta mejor al servicio, se redactará el pliego y se renovarán todas las islas existentes en la ciudad.

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