La banda itinerante de albaneses desarticulada por la Guardia Civil cometió presuntamente 30 robos en toda Galicia, seis de ellos en casas de la provincia de Ourense, según ha precisado la Comandancia. Se apoderaron de un total de 25.000 euros, entre joyas y dinero, en dos viviendas de Allariz, tres de Pereiro de Aguiar -en Moreiras y la urbanización Monterrei incluido-, y una de San Cibrao das Viñas. La bautizada como operación Komodos y Argolla fue llevada a cabo por los grupos de Patrimonio de la Policía Judicial de Ourense y Coruña.
Los integrantes, dos hombres de 19 y 29 años y una mujer de 23, se encuentran en prisión provisional. Los varones residían en una vivienda de la calle Tablada de Pontevedra, donde un gran despliegue de agentes sorprendió a los vecinos. Era su punto de partida. Se desplazaban a sus objetivos, robaban y volvían.
Máscaras de Dalí, como en TV
Los investigadores hallaron en su piso máscaras de Dalí (popularizadas por la serie televisiva 'La Casa de Papel'), ropa que supuestamente usaban para camuflarse, herramientas y un botín, oculto en el doble fondo de un sofá, compuesto por dinero y joyas dentro de calcetines. En una grabación de seguridad de una de las viviendas asaltadas se ve cómo uno de los delincuentes acaricia al perro mientras perpetran el robo.
La operación comenzó en marzo, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de tres robos en chalés de A Zapateira, en A Coruña, y dos en Allariz, tres días más tarde. Los ladrones usaban para sus desplazamientos un vehículo con varias placas de matrícula, todas ellas falsas. Se movían en diversos coches para dificultar su detección, vigilancia y seguimientos.
Durante varios meses la investigación se mantuvo en espera, al haberse desplazado los investigados a su país. Pero a principios del mes de octubre se detectó de nuevo su presencia. Para su regreso y su estancia usaron una identidad falsa. La Guardia Civil los sometió a una intensa vigilancia y comprobó que no desempeñaban actividad laboral alguna, y que el motivo de su regreso podría deberse, nuevamente, a la comisión de robos en casas.
A los pocos días, recibieron la visita de una joven de la misma nacionalidad, que tras estar alojada con ellos un par de días, tenía intención de tomar un vuelo de regreso. Ante la posibilidad de que fuera la forma utilizada para transportar las joyas sustraídas, fue interceptada y sometida a un control en el aeropuerto, donde los agentes encontraron entre sus pertenencias joyas provenientes de dos de los robos cometidos días antes.
Según la Guardia Civil, los detenidos "pasaban perfectamente desapercibidos, sin ostentar ningún tipo de lujos, ni arraigo social entre la sociedad gallega". Supuestamente solo viajaban a España con la intención de sustraer joyas y dinero en el mayor número de viviendas posibles, con lo que posteriormente regresarían a sus lugares de origen. El 'modus operandi' con el que delinquían se basaba en localizar viviendas que en ese momento no estaban ocupadas por sus moradores "para acceder a su interior mediante el pinzamiento de ventanas, eliminando los sistemas de seguridad de las viviendas, para posteriormente llevarse todas las joyas y dinero en efectivo." Nunca llegaron a ser sorprendidos por los dueños. La banda de ladrones está ya en prisión provisional.
