El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, adelantó ayer que el Concello va a dar un paso más a favor de la seguridad vial y la pacificación del tráfico en la ciudad, y anunció ayer la instalación en cien puntos de pasos de cebra de la ciudad, de otros tantos reductores de velocidad, en concreto elevaciones de esos pasos peatonales, dándole forma de pequeños montículos sobre el firme. Son conocidos por los técnicos de tráfico como "lomos de asno" o "guardas tumbados" y su fin es obligar a los conductores a reducir la marcha para evitar que se superen los 30 o 40 kilómetros por hora establecidos como velocidad máxima permitida, en algunas vías del casco urbano.
Según el concejal de Movilidad del Concello de Ourense, Miguel Caride "algunas de las calles en las que más se incumple la velocidad permitida, con el riesgo que supone para los peatones, son las de Pardo Bazán o Habana, con limitación a 30 kilómetros/hora y 40/km/hora y se trata de que se respete ese tope, pues incide en la siniestralidad, de hecho después de años sin casi accidentes, aumentó de forma porcentual el número de atropellos urbanos".
Caride explicó que "tuvimos una reunión con la Dirección General de Tráfico (DGT) para comunicarle esa idea, y además son los que nos ceden los radares para ese control".
Estudio de tráfico previo
Desde la Policía Local se están estudiando ya, según el concejal de Movilidad, "las circunstancias y densidad de tráfico de cada calle, y todo este trabajo de control debe ir seguido de una labor de concienciación e información previa".
En este mismo sentido se expresaba ayer Maxi Cid, de la asociación PAT (Prevención de Accidentes de Tráfico), al señalar que "esta modalidad de "lomos de asno" como los denomina técnicamente el Ministerio de Fomento, es una medida más; pero no puede ir separada de un programa de prevención de accidentes y de información previa a los ciudadanos y de concienciación".
Asegura que "es de suponer que harán estudios previos de densidad de tráfico y ubicación de esa calles, pues por ejemplo en Ramón Puga, por poner un ejemplo sería poco operativo, dado el alto número de ambulancias y vehículos de urgencia, que circulan por ella y a los que no se le pueden cortar el paso".
Esta medida de instalación de limitadores de velocidad, que enlazan con la idea de promover una ciudad pensada para el peatón, con aumento del número de vías peatonalizadas, y de que se respeten aquellas en las que no se puede superar los 30 kilómetros por hora, fue tratada ya por el alcalde, en la reunión que mantuvo recientemente con el jefe provincial de la Dirección General de Tráfico, David Llorente, con el fin de avanzar en la pacificación del tráfico en la ciudad y evitar los riesgos de accidente y atropellos.
El jefe provincial de Tráfico señaló ayer respecto a esta noticia del Concello de instalar cien limitadores horizontales de velocidad, que "es una de las medidas que nos comentó el alcalde en esa pasada reunión, pero aunque no me parece mal el sistema, mi cometido no es opinar en vías que son competencia del Concello; estamos para apoyar si nos piden ayuda, y de hecho tenemos convenios con la Policía Local, y de acceso a bases de datos para el cobro del impuesto de vehículos". También indicó que "hemos cedido dos vehículos, uno de ellos con radar, y un radar móvil. Pero el Plan de Movilidad no es nuestra competencia".
