"Lembramos aos propietarios das explotacións a obriga de limpar as herbas dañinas e o corte de determinadas especias, coas súas correspondentes distancias, tal e como indica a ordenanza municipal". Es el último mensaje por redes sociales que lanzó el Concello de Pereiro de Aguiar para recordar la obligación que existe por ley para la prevención de incendios.
La memoria del Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia (Pladiga) define a la provincia de Ourense como la región donde se acumulan más zonas de alta actividad incendiaria de la comunidad. En total, en la provincia son 15 concellos los que se han adherido al convenio que han impulsado la Xunta y la Federación Galega de Municipios y Provincias (Fegamp) con la empresa Seaga para prestar apoyo técnico en las labores de la defensa contra los incendios. Tras un verano donde apenas se han registrado incendios por los trabajos de prevención de los diferentes concellos y por la irregularidad climatológica que ha permitido respirar a la provincia de Ourense. Los trabajos para la defensa de los incendios se basan en tres pilares fundamentales: la labor de los vecinos en cuanto a sus fincas y las ajenas, la política municipal en todas sus propiedades rurales y la actividad del Plan Seaga que avanza lento.
Trabajo "lento y laborioso"
Maceda es uno de los concellos donde estos últimos cinco años se registraron un total de 58 incendios. Un número que para su alcalde Rubén Quintas ejemplifica en problemas para la vecindad. El regidor de Maceda describe que la política municipal pasa "por reunirse cos veciños e informarlle da obrigatoriedade do desbroce. Nos temos 210 kilómetros de pistas e vías municipais e non temos operatividade física dende o concello para atender a todo, pero as zonas de risco son prioritarias para nós". En concreto, destaca que en referencia al Plan Seaga "empezamos a ter solicitudes dos veciños que non poden limpiar as súas fincas, pero de momento non hai actividade". Admite que "para desbrozar non encontramos aos propietarios, agora se é para vender, aparecen en seguida, está demostrado".
El alcalde de O Barco y presidente de la Fegamp, Alfredo García, admite que "es un proceso farragoso y laborioso. Estamos teniendo problemas de tiempo y alguno se piensa que identificar a los propietarios iba ser fácil, no se hace con una varita mágica". El regidor barquense explica que "nosotros repetimos en reiteradas ocasiones que esto no se iba a hacer el 31 de mayo. Las cosas necesitan tiempo".
Los contratos en los concellos de Muíños y Oimbra, con parroquias prioritarias en la prevención de incendios, ya son una realidad. El alcalde de Muíños, Plácido Álvarez, confiesa que "están tendo moi boa acollida, levamos feito máis dunha vintena de contratos e a actividad de desbroces comenzará pronto. A verdade é que é unha moi boa iniciativa".
La misma sensación tienen desde el Concello de Oímbra. La alcaldesa Ana Villarino describe que "eu fun persoalmente cun técnico do Seaga, pobo por pobo para explicarlles aos propietarios cuns mapas impresos para ver se nas zonas de risco tiñan parcelas. E a verdade e que houbo moi boa aceptación, por parte de todos porque os contratos que temos firmados son bastanes e porque é un precio irrosorio por desbrozar unha finca e hai xente que non pode e non está. É unha forma de defensa contra os incendios moi boa".
Las labores y los trabajos de desbroce del plan Seaga caminan de forma lenta por un problema esencial en el que concluyen todos los alcaldes consultados. El minifundismo gallego y la identificación de los propietarios, ya sea por desconocimiento o por problemas de herencias.
El presidente de la Fegamp lo ejemplifica: "Nosotros tenemos una localidad en la que hay 400 parcelas de 250 propietarios diferentes y en el núcleo viven 30 vecinos. ¿Cómo no va a ser un trabajo laborioso y lento? Este plan necesita tiempo".
