El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ve muchas sombras en el proyecto de rehabilitación integral de la Plaza de Abastos. Por un lado, asegura que no existen garantías de que el Ministerio de Fomento, que aprobó una subvención de 3,6 millones de euros con cargo al 1,5% cultural, vaya a conceder una nueva prórroga al Concello de Ourense para la ejecución de las obras, actualmente en el trámite final de adjudicación.

Y por otro, el regidor sostiene que las condiciones acordadas con los comerciantes son "tremendamente dañinas" para los intereses del Ayuntamiento. Apunta Pérez Jácome que llevar a cabo una reforma que implicaría una inversión de 1,7 millones de euros (el 35% del importe total) con cargo a las arcas municipales, requiere "hablar con los placeros porque las condiciones son inadmisibles; creemos que es un desembolso muy grande para la rentabilidad que da la Plaza", precisó.

Se refiere, por ejemplo, al canon mensual de 2.500 euros que abona la sociedad concesionaria y que considera muy bajo. Tampoco aprueba que el anterior gobierno hubiese invertido 600.000 euros en una estructura provisional que se ha ubicado en la Alameda, "ocupando una zona verde", y que además se les haya suspendido la cuota durante el tiempo que permanezcan en esta ubicación "a pesar de que ahora están facturando más y a coste cero". A juicio de Democracia Ourensana, todo esto es un "jolgorio" que hay que "reenfocar".

Señala que no está de acuerdo "en como se han hecho las negociaciones ni con todos los números que se están cruzando" por lo que hoy mismo ha convocado a los representantes de la sociedad concesionaria "para ver como se pueden reenfocar las condiciones previas que se tenían firmadas, porque creemos que son tremendamente dañinas para el Ayuntamiento".

Así lo expresó Jácome ayer, el día después de reunirse en Madrid con técnicos de la Subdirección General de Arquitectura y Edificación del Ministerio de Fomento. En contra de lo afirmado el miércoles por el Subdelegado del Gobierno, Emilio González Afonso, Jácome insiste en que la subvención "está perdida", ya que será necesario solicitar una nueva prórroga y que el Gobierno la conceda.

Este aspecto en la controversia surgida en torno a este proyecto ha provocado también diferencias con el PP, su socio en el gobierno de coalición. La portavoz del grupo, Flora Moure, cree que "estamos ante un error de interpretación del alcalde". Explica que ya en su etapa en el gobierno anterior, el PP siempre ha defendido que la prórroga está concedida, y matiza, precisamente, que así "lo ha confirmado ayer mismo la Subdelegación del Gobierno". La "clave de todo esto", señala la edila portavoz del PP, "es que las obras deben agilizarse, y nosotros las hemos dejado listas para ser adjudicadas de inmediato por parte del Concello". También defiende el PP la importancia estratégica de esta reforma. Moure señala que "Ourense no puede perder la oportunidad de poner en valor su mercado de abastos, un edificio singular que supondrá un foco de atracción turística y de sustancial mejora de un servicio esencial para la ciudad".

La agilidad que pide la portavoz del PP para las obras, en cambio, no está por ahora en las previsiones del alcalde que, avisó, no dará luz verde mientras no se confirme la prórroga por escrito. Esta resolución no se conocerá hasta octubre, por lo que, indicó, "tenemos un tiempo de espera para hablar con los actuales inqulinos". Además, también reprochó la lentitud con la que los gobiernos anteriores gestionaron este proyecto.