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Los vecinos de Godás se quejan de los excesos de velocidad en la N-545

Es la segunda vez que un coche impacta en la acera de un vecino del pueblo

Señal en el suelo y acera de la vivienda. // A.F.

Los vecinos del pueblo de Godás, dividido por la N-545 antigua carretera de Ourense-Pontevedra, a la altura de O Carballiño, siguen descontentos con las medidas adoptadas por la Administración para controlar la velocidad de los coches y cuyo límite es de 50 kilómetros/horas. Y es que apenas el lunes de la semana pasada un vehículo se salió del vial yendo a impactar con la acera de una vivienda que en menos de tres años es la segunda vez que sufre deterioros por el mismo motivo.

Desde hace años vienen reclamando medidas que obliguen a los conductores a cumplir con la velocidad marcada en este tramo de la carretera. Hace más de un año se le colocaron bandas rugosas a la entrada del pueblo y un radar fijo pero algo lejos por lo que cuando los conductores entran en el poblado muchos lo hacen a gran velocidad, siendo un peligro para los vecinos que cruzan la calzada aparte de las salidas de vía. La más reciente el pasado día 1 en que un vehículo se llevó por delante una señal de tráfico y terminó impactando con la acera de la casa del presidente de la asociación de vecinos, Manuel Rodríguez, de un metro de alto debido a que por delante pasa el alcantarillado de pluviales.

La acera la construyó él y ya es la segunda vez que un vehículo impacta en ella, esta vez causándole una gran grieta en el cemento. Rodríguez señala que el radar al estar tan lejos no ayuda en nada, y menos las bandas rugosas.

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