Es un programa con sesiones semanales, que se prolonga durante un año. Las psicólogas intervienen con los agresores machistas en el centro penitenciario de Pereiro. Diecisiete hombres siguen actualmente, en cautividad, una terapia de tipo "cognitivo y conductual" cuya finalidad es modificar los comportamientos e ideas "disfuncionales", erradicar la violencia contra la mujer y evitar la reincidencia, explica Carla García, subdirectora de tratamiento de la prisión ourensana.

Medio centenar de reclusos cumplen condena en la cárcel ourensana por delitos de violencia machista, incluidos los quebrantamientos. Sesenta y siete internos están bajo seguimiento en el programa de prevención Viogen. En toda la provincia hay 370 hombres -incluidos los privados de libertad- que forman parte de la base de datos de agresores machistas.

El programa de intervención en prisión con los maltratadores es voluntario. "De aquellos que finalizan, en un alto porcentaje no reinciden", señala la subdirectora. Para aquellos agresores sentenciados a un programa de sensibilización, en el Servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas de Ourense se imparte una terapia similar. En la actualidad hay tres grupos que acuden a una sesión cada semana.

Pereiro también trabaja, a través de un programa de prevención, con mujeres que han sufrido violencia o presentan una vulnerabilidad social que incrementa el riesgo de que puedan ser víctimas. La intervención se enfoca en la conducta y el nivel cognitivo, y se prolonga durante una o dos sesiones semanales a lo largo de un año.

Solo hay 12 internas entre las 292 personas reclusas en el centro penitenciario de la provincia de Ourense. Las mujeres condenadas en Pereiro cometieron delitos de tráfico de drogas, en su mayoría. La población reclusa está lejos de las cifras de sobreocupación de hace dos décadas, cuando llegaron a estar entre rejas más de 600 personas en este centro penitenciario.