El 46,7% de los economista gallegos opina que "no existen indicios de desaceleración, pero tampoco de crecimiento significativo" y el 31,9% estima que las cifras aportan una tendencia "relevante de desaceleración". Tan solo el 10,2% se muestra optimista respecto al futuro. La provincia de Lugo, con un 57%, opta por la tendencia negativa, mientras que los economistas de A Coruña rebajan la percepción crítica hasta el 17,8%. Los datos se desprenden de los resultados del "Barómetro de Economía" correspondiente al segundo semestre de 2018, realizado por el Consello Galego de Economistas, órgano que aglutina a los colegios de economistas de las cuatro provincias. El estudio recoge la opinión del colectivo de colegiados economistas gallegos en relación a parámetros clave de la economía provincial, regional y nacional.

En el acto participaron el director de la publicación, Venancio Salcines, y la directora del estudio, María Jesús Freire Seoane, profesora titular del departamento de Análisis Económico en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de A Coruña. También asistieron a la presentación el presidente del Consello, Miguel Vázquez Taín, y la decana del Colegio de Economistas de Ourense, Carmen Sampayo, quien ejerció de anfitriona.

Cabe señalar que son los parados y los asalariados del sector público quienes perciben la economía de manera más negativa; en tanto que por sectores, son los trabajadores de la industria (71,8%) y los empleados de servicios (79,4%) en donde se centra el desánimo económico.

Los economistas consideran -en un 56,9%- que la economía está igual que el año anterior, el 25% afirma que está peor y el 18% asegura que ha mejorado. Son los colegiados que trabajan en el sector de la construcción los que se muestran más optimistas sobre la evolución económica, mientras que los que operan en la industria (66,6%) y servicios (64,7%) opinan que está estancada.

Los economistas se mostraron en contra del encarecimiento del diésel.