Pereiro ultima un nuevo programa con el que ampliar el catálogo de terapias para los presos. Cada semana, un grupo convivirá en una sesión con un perro de una protectora. "Se logra un doble beneficio: por un lado ayudamos a relacionarse a internos con problemas sociales, por el otro se prepara al animal para su posterior adopción, viviendo durante el programa en una casa de acogida", avanza el director a este periódico.

Salud mental

La intervención terapéutica es clave. Además del próximo y de otros programas con animales ya existentes, se trabaja con los internos para prevenir la violencia de género y las agresiones sexuales. Los problemas de salud mental son un rasgo de la vida penitenciaria. En Pereiro se presta una atención integral.

Hay cinco módulos de respeto en el centro penitenciario, espacios de convivencia donde se trabajan normas, hábitos, valores y actitudes. Unos 170 reclusos viven en ellos. Para luchar contra las adicciones existe una comunidad terapéutica en colaboración con Proyecto Hombre, en la que actualmente hay 15 internos, una cifra que se intentará aumentar a 25. Los profesionales ejercen su labor mañana y tarde en este módulo del centro. Además, existe un grupo de deshabituación de Cruz Roja, un programa de prevención de recaídas de Atox, más el plan de autoayuda de Alcohólicos Anónimos y el de reducción de daños del Comité Antisida.

Ochenta y cinco reclusos trabajan dentro de prisión: 20 para empresas externas y 65 en los talleres de servicios. Y 60 internos están matriculados en distintos niveles de enseñanza, desde los básicos a universitarios y de formación profesional. Asimismo, en colaboración con Apes y con la financiación de La Caixa, se desarrollan itinerarios de inserción sociolaboral en los que los internos hacen prácticas en empresas. En la iniciativa Re-chupete, de Redmadre y Apes, reclusos restauran enseres de bebé donados en colegios para progenitoras con pocos recursos. La acción Sermujer ayuda a las internas contra la violencia de género. Además se imparten talleres de educación vial dirigidos principalmente a presos condenados por delitos contra la seguridad del tráfico. En suma, terapia, trabajo y formación para rehabilitarse y volver.