El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, visitó ayer en Castrelo do Val las obras del viaducto de Teixeiras (508 metros) y del túnel de Cerdedelo (1.650 metros) por los que discurrirá el AVE gallego. Los trabajos, ratificó, estarán terminados a finales de 2019 y en 2020 se llevarán a cabo las pruebas, garantizando así "los plazos establecidos" y el compromiso del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.

Antes de que el AVE llegue en pruebas, la alta velocidad avanzará hasta Pedralba, con lo que el trayecto entre Madrid y Ourense se acortará una hora más el próximo año. Esta apertura del tramo Zamora-Pedralba en 2019, destacó el Gobierno, "supondrá una notable mejoría en las comunicaciones de Galicia con la Meseta". Asimismo, recordó que se ha ejecutado el 90% del proyecto y avanzó que la plataforma de nueva construcción entre Pedralba y Taboadela diseñada para doble vía estará finalizada por completo en la primavera de 2019 (de los 22 subtramos en que se divide están rematados diez).

Asimismo, Javier Losada destacó la "magnitud" de infraestructuras como el viaducto de Teixeiras y el túnel de Cerdedelo, en Castrelo do Val, y puso en valor los retos de ingeniería que ha sido necesario afrontar para que la alta velocidad llegue a Galicia. Sólo en el tramo Pedralba-Taboadela, con 101 kilómetros, la orografía ha obligado a realizar 31 túneles monotubos y bitubos con una longitud total de 126.167 metros, y 34 viaductos de vía doble y sencilla con una longitud total de 10.680 metros.

Precisamente debido a su longitud y los elevados estándares de seguridad, gran parte de los túneles se han diseñado dobles (uno paralelo al otro) separados por una distancia de 25 metros. Doce de los túneles superan los cinco kilómetros de longitud y el de O Corno vía izquierda alcanza los 8.574 metros.

En su visita a las obras, el delegado del Gobierno estuvo acompañado por el director general de Construcción de Adif, Juan Pablo Villanueva, que también resaltó la "dificultad técnica extrema" de proyectos como el viaducto de Teixeiras, cuya estructura calificó de "muy compleja" debido a las condiciones de una ladera "muy abrupta", lo que ha obligado a introducir "medidas de sistemas de retención y filtrado para evitar arrastres en el río".

Este viaducto tiene 508 metros de longitud y un altura máxima que supera los 100 metros, con un vano central compuesto de un arco de 132 metros de luz que salva las afecciones al espacio, clasificado como Lugar de Interés Comunitario, LIC, del río Támega. En este sentido, Villanueva señaló que en la fase final de las obras se trabajará en la restauración del espacio para devolverlo a su situación original. Así, se retirará el hormigón utilizado para caminos y cunetas, que será trasladado a puntos de gestión de residuos, "y procederemos al relleno de los caminos para intentar devolver la morfología original", indicó el director de Construcción.

El delegado del Gobierno incidió en la "magnitud impresionante" de estas obras "sólo comparable a la magnitud del compromiso del Gobierno con la llegada de la alta velocidad a Galicia".

Actualmente hay dos tramos de la línea Madrid-Galicia en construcción. El de Zamora-Pedralba y el Pedralba-Taboadela/Ourense. La previsión del Gobierno es poner primero en servicio el de Zamora-Pedralba dando continuidad a los trenes, en ancho convencional, hasta Galicia con la utilización del nuevo cambiador en Pedralba.

Por su parte, el tramo Pedralba-Ourense, con 117 km, se divide en dos partes. La de nueva construcción hasta Taboadela, y la de adaptación del trazado actual en la entrada a la ciudad de Ourense, de 16 km, y que sustituye provisionalmente a la variante exterior.

Además, se encuentran en distintas fases de licitación o adjudicación las obras de los subsistemas de vía, energía y señalización. El tramo incluye la construcción de una nueva Estación (Porta de Galicia) en A Gudiña.

Críticas

La conselleira de Infraestructuras de la Xunta, Ethel Vázquez, como un "acto de deslealtad institucional sin precedentes", al no haber sido informado el gobierno gallego. En la misma línea se pronunció el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, que señaló que en obras que afectan a toda Galicia como esta es "muy importante que se vaya de la mano y que no se den puertas cerradas; no es un proyecto de un partido político ni de un único ministerio", recalcó.

En relación con la denuncia por vertidos de residuos de las obras al río Támega, el director de Construcción, Juan Pablo Villanueva, señaló ayer que Adif ha utilizado "todos los sistemas de decantación y de filtrado" a su alcance para tratar los vertidos que se puedan producir. En relación con el episodio de supuesta contaminación a causa de una fuerte tormenta registrada el pasado mes de mayo, el responsable de Adif señaló que ante una tromba de agua con 100 litros por hora, "es muy difícil, con estas laderas y pendientes tan importantes, poder contener toda esa cantidad de agua".

En relación a la siniestralidad laboral relacionada con las obras del AVE y que ha sido denunciada por la CIG ante el Juzgado de Instrucción de Verín, y en particular el último accidente que tuvo lugar la semana pasada en Vilar de Barrio costándole la vida al conductor de un camión que volcó cuando depositaba residuos en un vertedero, el director general de Construcción de Adif se mostró en desacuerdo con las críticas respecto a posibles deficiencias en seguridad. "Se están investigando las causas de lo ocurrido", indicó Villanueva, que insistió en que "adoptamos todas las medidas, hacemos un control intensivo". En este sentido, señala que "los coordinadores están permanentemente encima, tenemos los planes aprobados y la labor de Adif es extremar todas las medidas para garantizar que no haya accidentes en las obras", concluye.