El Sil configura un paisaje de postal en la Ribeira Sacra. El recorrido de un río encastrado entre montañas redondeadas y bancales de vino constituye una de las credenciales de un territorio que capta turismo y aspira a ser catalogado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Desde hace unos días, el afluente del Miño tiene un nivel bajo a la altura de la central hidroeléctrica de San Pedro I, que explota Iberdrola en Os Peares. Amigos da Terra teme por el ecosistema. La empresa, que atribuye el descenso a "trabajos de mantenimiento" en el aprovechamiento hidroeléctrico, asegura que respeta "en todo momento" el caudal ecológico. La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil no ha registrado incumplimientos del nivel mínimo.

"Baja un pequeño caudal de aguas grises que hace peligrar de un modo alarmante la flora de ribera y las especies faunística", sostiene Amigos da Terra. La regulación del nivel del río que efectúan las presas, abundantes en la Ribeira Sacra, no puede provocar un descenso inferior a un volumen mínimo para mantener el ecosistema. Los ambientalistas critican que "las Confederaciones Hidrográficas fijan el caudal ecolóxico según unos criterios meramente hidrológicos, que nada tienen que ver con la conservación del entorno del Sil. El agua es un recurso cada vez más escaso que debe gestionarse estrictamente para su conversación, no solo como recurso sino también como hábitat de diferentes especies", subraya Amigos da Terra.

Los trabajos de conservación y mantenimiento que producen el descenso del Sil fueron comunicados por Iberdrola a la CHMS el 18 de junio, según el organismo. Durante estos ajustes, destaca la Confederación Hidrográfica, "la empresa concesionaria tiene la obligación de mantener el caudal ecológico circulante por el río, tanto aguas abajo del embalse de Santo Estevo [que también explota Iberdrola] como aguas abajo de San Pedro". Esos niveles mínimos de cada tramo de río se fijan en los contratos de concesión de las centrales hidroeléctricas así como en el Plan Hidrológico vigente, de 2016.

El organismo de cuenca afirma que según "los datos provisionales disponibles, no hay constancia de incumplimientos en relación con los caudales circulantes". No obstante, la CHMS avisa de que "si en cualquier momento se detectase" una infracción de las obligaciones legales al nivel o la calidad del agua, "se abrirían diligencias que podrían dar pie a un expediente sancionador". La Confederación tiene un sistema automático para vigilar en tiempo real la situación de las presas y el volumen del río.

La empresa descarta afección

Según Iberdrola, "se dispone de todos los permisos necesarios, no se ha detectado ningún tipo de afección a la fauna piscícola, y la calidad de las aguas está siendo analizada periódicamente por un biólogo de reconocido prestigio. La calidad en el embalse de San Pedro es óptima, como también la del caudal ecológico que está circulando. En todo momento se está respetando", subraya Iberdrola. Los trabajos de mantenimiento tienen una duración aproximada de 3 semanas, y se prevé que finalicen la próxima.