La patronal gallega se ha tomado las vacaciones en serio. El presidente de la Confederación Empresarial de Ourense, José Manuel Pérez Canal, explica que "todo se encuentra paralizado", después de que la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) convocara nuevas elecciones el día 20 de julio, a las que no se presentó ningún candidato. Por lo tanto, "estamos en un territorio desconocido".
-¿La presidencia rotatoria que proponía usted puede ser la solución?
-Ahora estamos en otra situación. Hay que modificar los estatutos, ante la falta de candidato. Estamos intentando realizar unos nuevos estatutos, para ver los cambios importantes que hay que hacer en la organización para que tenga futuro.
-La ventaja que tienen con esto es que van a partir de cero, tras la crisis, lo que se puede convertir en una oportunidad para impulsar una CEG más equilibrada, que respete e integre por igual a las cuatro provincias gallegas.
-Exactamente, la crisis se puede convertir en una oportunidad. El sistema anterior se colapsó, y ahora hay que redactar otros estatutos, para afrontar los nuevos retos.
-El cese de las confrontaciones puede ser el principio de la solución.
-Hay que buscarle una salida a la situación, porque el mundo empresarial gallego tiene una gran altura, como demuestra con los miles de puestos de trabajo que proporciona, por lo que no se merecía estar en esa tensión, que acababa desgastando a los propios dirigentes de la patronal.
-¿Usted ve voluntad de diálogo, para que pueda germinar una nueva CEG que dé respuesta a las nuevas necesidades y retos del sector empresarial gallego?
-Tiene que ser así, porque se demostró que el sistema anterior era caduco y no tenía viabilidad. Hay que redactar un nuevo régimen interior, unos nuevos estatutos, para ver si se solucionan los problemas del pasado.
-¿Cuándo estarán disponibles los nuevos estatutos?
-Sobre el mes de octubre. De momento está todo parado. Vamos a iniciar las reuniones en septiembre.
-¿Conviene realizar una profunda reflexión, para no repetir los errores del pasado?
-Exactamente.
-¿Las heridas que quedan pueden cicatrizar con facilidad o van a permanecer ahí mucho tiempo?
-No, las heridas de la CEG se pueden curar, siempre que haya intención de superar el pasado y afrontar el futuro con respeto para todo el mundo.
-¿La gestión de bloques, de A Coruña con Lugo y Ourense con Pontevedra, como en el pasado, no tendría sentido?
-No, porque supondría debilitar el papel de la Confederación de Empresarios de Galicia.
-Un organismo que tiene que servir de interlocutor de la patronal gallega.
-La CEG es el interlocutor de los empresarios ante la Xunta de Galicia, ante las diputaciones y ante los sindicatos en esta comunidad autónoma.
-La crisis de la CEG coincide en el tiempo con la de las cámaras de comercio. Están sufriendo mucho las organizaciones empresariales.
-Las cámaras de comercio están en crisis, porque ha dejado de ser obligatorio pagar el canon. Las de Vigo y A Coruña tienen ingresos suficientes para mantener la actividad, por la presencia de Citroen e Inditex, respectivamente, pero las demás se encuentran en números rojos, y abocadas casi a una fusión. Todo apunta a que van a quedar dos en Galicia, la de Vigo y la de A Coruña, si no queda una sola en el conjunto de la comunidad autónoma.
-Con una o dos sería suficiente. Resulta muy costoso mantener numerosos organismos, que casi duplican actividades.
-Exactamente, hay que redimensionarlas para adaptarlas a la nueva realidad.
-¿Usted estaría dispuesto a dar un paso al frente, para presentarse a la presidencia de la CEG, si esta organización se dota de unos buenos estatutos, o ha quedado muy quemado por las disputas?
-Primero hay que confeccionar los nuevos estatutos y luego ya veremos.
-¿Podría darse una presidencia rotatoria?
-La presidencia rotatoria está descartada. Lo que se pretende es que los candidatos se presenten a las elecciones con sus respectivos equipos, con gente afín. De esta forma no tendrán que estar arrodillados, al capricho de lo que digan los representantes provinciales.
-¿Hay buen clima en el proceso de elaboración de los nuevos estatutos o continúan las tensiones?
-Solo hubo un par de reuniones previas, y se ha aplazado hasta septiembre. En las primeras reuniones, no afloraron demasiado las diferencias. Veremos si en septiembre y octubre somos capaces de sacar adelante los nuevos estatutos, con el respaldo de la mayoría.
-¿Cuáles son los grandes retos que debe asumir el mundo empresarial gallego?
-La internacionalización, la innovación, la adaptación a los cambios y la inversión en infraestructuras, porque Galicia está en la periferia de España y de Europa. Necesitamos unas infraestructuras buenas, para que las empresas gallegas sean competitivas.
-¿El mensaje que se le puede trasladar a un fabricante o a un comerciante es que ya no son de A Coruña, Lugo, Ourense o Pontevedra, porque se encuentran en un mercado global y puede vender en todo el mundo?
-Totalmente. Todos tenemos que adaptarnos a los tiempos actuales. El empresario que no lo hace, sabe que tendrá que cerrar. Son las exigencias del momento.
