F. Á. Á., de 57 años, sostiene que estaba en el pueblo, no en Verín, a la hora en que el gato de su vecina recibió dos balinazos que le impactaron en la columna vertebral. El juicio por un delito de maltrato animal se celebró ayer en el Penal 2 de Ourense. El fiscal pide una condena de 9 meses de prisión y 2 años de inhabilitación para tener animales y el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con ellos. La denunciante contradice a su vecino y mantiene que lo vio con la escopeta y cómo volvía a disparar tras un escuchar un primer impacto que la había puesto en alerta.

Los hechos ocurrieron a las 20.15 horas del 3 de septiembre de 2015. El encausado y la denunciante son vecinos en Verín; sus jardines son contiguos. Según la versión que defiende el ministerio público, el hombre disparó "injustificadamente" al gato de la mujer en dos ocasiones, con una carabina de aire comprimido, desde las inmediaciones de la zona verde de su casa.

El arma, del calibre 4,5 milímetros de la marca Norconia Germany, fue entregada por el acusado a la Guardia Civil. La abogada, que solicita la libre absolución, esgrime que el instituto armado comprobó que la escopeta "estaba muy deteriorada".

Para tratar de acreditar su versión, el encausado contó ayer en el juicio con el testimonio de unos vecinos que aseguraron haberlo visto en el pueblo a la hora en la que tuvo lugar el maltrato. Además, el hombre apuntó a una posible animadversión de la vecina hacia él por el hecho de haber dejado de podar los setos de la propiedad de la mujer.

Los disparos con balines no acabaron con la vida del gato pero sí "menoscabaron gravemente su salud", recoge el fiscal en el escrito de acusación. La dueña llevó al animal al veterinario, que tuvo que operarlo. El gato no volvió a andar igual. El coste de la atención superó los 103 euros. Es la cantidad -incrementada con los intereses- que el encausado tendrá que abonar a la denunciante si la justicia considera que fue el autor de los disparos y el maltrato.

El juicio por unos hechos de hace casi 3 años quedó visto para sentencia, al segundo intento. El 1 de febrero no pudo celebrarse.