José Araújo recuerda que Ourense "decidió en su momento construir en el cauce del río una parte importante de las pozas termales, por lo que ahora tenemos que adaptarnos a las inclemencias del tiempo", acometiendo obras de mantenimiento y restauración casi de manera permanente. De hecho, hace unos días tuvo que actuar sobre el muro de O Muíño da Veiga por el efecto que el agua produce sobre la zona".
El portavoz del gobierno reconoce que Ourense "cuenta con este modelo de instalación termal, que requiere fondos para reparaciones y mantenimiento todos los años". Admite que "se puede hacer otro complementario, en una zona más elevada del terreno", para mantener las instalaciones operativas los 365 días del año. De todas formas, señala: "El modelo que hay ahora, que es espectacular y le gusta a todo el mundo, está precisamente en el cauce del río". Las pozas de A Chavasqueira son las primeras que se inundan durante las épocas de lluvia; seguidas por las de O Muíño da Veiga, que tienen el problema de que el manantial se encuentra mismo allí, por lo que cuando el cauce del Miño está muy elevado, impide que se limpien las pozas.
Las pozas públicas de Outariz se encuentran en un lugar más elevado de terreno, por lo que no se inundan, salvo en las grandes crecidas. Las pistas de paseo que hay al lado del río Miño también tienen el mismo problema. Cuando el cauce sube, en las épocas de lluvia, sufren inundaciones que generan importantes daños.
