Con el objetivo de mejorar la prestación de servicio, y además de que venía "dando problemas" en los últimos meses, el concello procedió a la instalación de una nueva bomba de suministro de agua en la estación termal das Burgas, en el corazón del termalismo de Ourense, en la que se puede dar un baño de agua a 38 grados en un espacio de más de 200 metros cuadrados al aire libre.

Así, junto a los trabajos propios de mantenimiento que se llevaron acabo el lunes -único día que cierra- y ayer martes, que llevó al cierre de la piscina termal, de nuevo hoy vuelve estar operativa y ya pueden acudir, de forma totalmente gratuita, los ourensanos y visitantes.

Una vez que se procedió a la instalación de la nueva bomba y a la limpieza de la piscina termal, se "recupera la normalidad", como explicó el portavoz del gobierno municipal y edil de Infraestructuras y Medio Ambiente, José Araújo, además de destacar que "es todo un lujo contar con una instalación de este tipo en el centro de la ciudad".

También incide Araújo en que la estación o piscina termal das Burgas se convierte en un "polo de atracción turístico", ya que los turistas que visitan la ciudad se encuentran que al mismo lado de A Burga "está una piscina termal y que además es gratuita".

Actos de vandalismo

En este sentido, la instalación termal es un elemento importante de un entorno troncal en el casco histórico de la ciudad, de ahí la relevancia que asegura tiene su cuidado y potenciación para el portavoz del gobierno municipal, sobre todo después de determinados episodios de vandalismo que afectaron, sobre todo, al agua de la piscina.

Así, a comienzos de 2013, aparecieron pintadas en uno de los muros de la instalación. Posteriormente, el agua de la piscina apareció teñida de colorante verde en tres ocasiones. Y en mayo de 2014 la piscina das Burgas no pudo abrir al público tras el quinto episodio de vandalismo, cuando autores sin identificar arrojaron un viejo monitor de ordenador y una aspiradora al interior de la piscina, que se alimenta de la misma surgencia minero-medicinal de A Burga. Aquel ataque en concreto, obligó a cerrar la instalación durante el puente de mayo con buenas expectativas de turismo.

Las medidas que se fueron adoptando, sobre todo de seguridad, contribuyeron a frenar esa escalada de ataques, y que para Araújo se deben erradicar, y reivindicar el valor natural que tiene ese entorno del que "queremos disfrutar los ourensanos y de todas las personas que nos visitan".