David M. Santana (Gran Canaria, 18 de septiembre del 1984) fue el primer actor español en aparecer en "La guerra de las galaxias". Lo hizo primero en "El despertar de la fuerza (Episodio VII)" (2015), dirigida por J.J. Abrams, y después en "Rogue One" (2016), a los mandos de Gareth Edwards, en ambas enfundado en los aparatosos trajes espaciales característicos de la saga.
Persiguiendo su sueño, estudiar Interpretación, se vio obligado a abandonar a su familia a los 28 años para aterrizar en Londres. Y no le fue nada mal, participó también en otras películas como "Spectre 007", "Wonder Woman" o "Everest". Ahora, visita durante unos días Ourense para prepararse física y mentalmente para el que va a ser, dice, el papel más importante de su vida: un filme canadiense de acción que rodará a finales de año o a principios del siguiente. Para ello, se entrenará en la Asociación ourensana de esgrima antigua, donde aprenderá a manejar diferentes espadas. Otra de las razones que lo trae a la ciudad de As Burgas es su amigo ourensano Miguel Blanes, el "Rey del norte" de "Star Wars". El viernes estará en Maceda para recibir a los cinéfilos de esta galaxia paralela.
-¿Cómo le empezó a gustar "Star Wars"?
-Conocí la saga por los muñecos antes que por las películas. Cuando no tenía uso de razón, mi primo Carlos me regaló mis primeras figuras de "La guerra de las galaxias", que eran de los años 70 y 80; ahora tengo unas 2.500. Después, mi abuelo era coleccionista de carteles de cine, entre ellos guardaba el de "Star Wars" y me llamó muchísimo la atención. Una de las primeras cosas que aprendí de pequeño, incluso antes que leer, fue a poner el VHS, y concretamente "El imperio contraataca".
-Veo su traje en la película y lo primero que pienso es: ¿se podrá mover con eso encima?
-Nos podíamos mover, pero muy malamente. La armadura del "Episodio VII" pesaba 20 kilos y era mucho más incómoda que la que me puse en "Rogue One", en la que hago de "stormtrooper" clásico y "scariftrooper" normal, líder de escuadrón, que es el personaje que más interpreto. Cosas tan simples y estúpidas como comer, subir y bajar escaleras o ir al baño pueden ser muy complicadas.
-¿No se podía quitar la armadura en todo el día?
-No te lo podías quitar, y estamos hablando de rodajes de una media de 12 a 14 horas diarias en las que corríamos por arena, entre llamas de fuego, nos chocábamos, etc. A lo mejor, por otra película no lo hubiese hecho, a no ser que me hubiesen dado un papel protagonista, pero por "La guerra de las galaxias", lo que hiciese falta; es posiblemente la producción que más ha influido sobre la gente en todo el mundo y en toda la historia. Los rodajes eran muy exigentes, sí, pero había un rollo espectacular en el set porque todos éramos conscientes de que estábamos haciendo historia y queríamos que las cosas saliesen perfectas. Además, sabías que si gustabas, iban a contar contigo para la siguiente película, y así fue en mi caso y en el de algunos de mis compañeros.
-¿Le cansa que le encasillen como el "stormtrooper" canario?
-Después de varias películas con un casco puesto, lo que quiero es interpretar. Yo no les enseño a las productoras un vídeo en el que salgo tapado, sino que les entrego uno en el que actúo. Sin embargo, es importante tener ese papel en tu currículum porque a mí me han dirigido personalmente directores como J.J. Abrams, Gareth Edwards, Tommy Gormley o Lana Wachowski, esta última cuando doblé a Miguel Ángel Silvestre en "Sense8" durante una semana en Londres. Eso le demuestra al director de castin que tengo experiencia en grandes superproducciones y sé cómo moverme dentro de un set grande. Pero claro, yo lo que quiero es que se me vea la cara, demostrar sentimientos con un gesto o una mirada, por eso que, para mí, ser "stormtrooper" se ha terminado.
-Tuvo que haber vivido mil anécdotas.
-La primera vez que me dirigí a J.J. Abrams fue especial. Además, yo, fan acérrimo de "Perdidos", "Fringe", "Misión imposible 3", las nuevas de "Star Trek", etc. Abrams es una persona maravillosa, con los pies en la tierra, muy tranquilo, con sus ideas en la cabeza. Parecía que no estaba rodando la película que estaba rodando. Ni a él ni a Gareth Edwards los vi nunca enfadados o preocupados.
-Suele hablar del secretismo que se da en todos los aspectos durante el rodaje, pero ¿consiguió guardar algo material de las películas?
-Había alguna cosa rota que sí pude llevar, pero eran solo esquirlas por desgracia. Solo guardo los contratos con el nombre en código, el pase de alfombra roja de la película, una gorra de rodaje del departamento de efectos especiales y otra del departamento de "catering" o una pulsera que solo tenía el cuerpo técnico y que ponía "Fight the empire" ("Lucha contra el imperio"). El resto lo llevo en mi cabeza; tenía una especie de diario de rodaje personal en el que iba recogiendo mis cosas.
-Trabajaba en una tienda de cómics cuando no rodaba. ¿Su papel en "La guerra de las galaxias" le daba para vivir?
-Nosotros cobrábamos al mes y medio después de rodar, entonces necesitaba ir ganando algo mientras. No nos daba para vivir, pero cuando te llegaba el sueldo, te veías más tranquilo y te dabas el capricho de comprar alguna figura de la película.
-¿Los ourensanos son muy de "Star Wars"?
-Sí sí, de hecho, el máximo exponente es Miguel Blanes, a quien yo llamo el "Rey del norte" de "La guerra de las galaxias". No hay persona que le guste la saga y que no lo conozca. Cuando tenga dinero, le voy a tener que poner un monumento en Canarias, estoy aquí en Ourense gracias a él.
-¿Qué película se podría rodar precisamente en Ourense?
-Sin ir más lejos, escenas de "Star Wars", películas enteras no porque no hay estudios para el caso, pero el escenario natural de Ourense es impresionante. En la zona de Forxás (Rairiz de Veiga), con ese verde y ese bosque, yo veía "El señor de los anillos", fantasía heroica, espadas o brujería con las "meigas"; en los puentes de la ciudad, se podrían rodar escenas de persecución; en el nuevo palacio de Justicia, se podría grabar algo futurista, etc.. De hecho, hace un tiempo estuve hablando con un amigo director que quería filmar algo relacionado con el matriarcado y la época de la Guerra Civil en una zona de montaña y bosque, y Ourense es el lugar idóneo.
-"Star Wars" te abrió el camino.
-Sí sí, hay una cosa clara: no importa quién seas, sino a quién conoces. Si caes en gracia, si la gente confía en ti, tienes talento, ven que eres apto, válido y profesional, te quieren en películas y en la televisión. Yo creo que estoy aquí ya no por el talento, que espero que lo haya, sino por personalidad. El actor, por naturaleza, tiene que ser un buen comunicador, y considero que toda la vida he sido, no sé si bueno, pero comunicador, seguro.
