David García es un universitario ourensano de 22 años que está iniciando los trámites para apostatar -dejar de lado la fe católica-. "Por tradición familiar, me bautizaron, pero no estoy de acuerdo con la Iglesia en temas como el aborto o la sexualidad", alega el joven. Para él, "la religión destruye la pluralidad y tiene una influencia negativa sobre la vida".

A pesar de estar en el 2017, sí percibe de primera mano cómo sigue siendo un tema tabú el hecho de desvincularse de una creencia: "No está bien visto sacar ese asunto a debate abierto". Toma esta postura para "dar un paso hacia adelante en la normalización del ateísmo y no quedarse únicamente en lo que uno piensa, sino actuar conforme a ello". Otra de las críticas la dirige hacia el papel del gobierno, pues, a pesar de vivir en un estado laico, este "está impregnado de catolicismo", dice.

Por el momento, después de personarse en el Obispado de Ourense para saber qué documentación entregar para comenzar su excomunión, David García sigue buscando información a través de la red para no tener problemas una vez decidido entregar lo requerido al prelado.