La primera víctima de la violencia machista en Galicia en 2017, Virgina Ferradás, ha sido enterrada este mediodía en su parroquia natal, Campo, en O Irixo. Unas 200 personas acudieron a dar el último adiós a su vecina, de 55 años, un sepelio marcado por el dolor.

El funeral pudo oficiarse esta mañana tras finalizar las labores de la autopsia, que determinaron que la mujer murió estrangulada, presuntamente, a manos de su marido, que permanece ingresado en el Hospital de Ourense y pendiente de su paso a disposición judicial.

Antes del acto religioso, la corporación municipal de O Irixo realizó una concentración silenciosa a las puertas del consistorio. El acto de repulsa hacia la violencia machista y de duelo por la muerte de una de sus vecinas duró cinco minutos.