El gobierno municipal pondrá en marcha el proceso de contratación del servicio municipal de limpieza de los centros educativos de la ciudad para los próximos dos años, que tendrá un coste económico que ronda los 2 millones de euros. Será a través de un procedimiento negociado sin publicidad, como anunció el alcalde, Jesús Vázquez, durante su comparecencia para dar cuenta de los acuerdos adoptados en la junta de gobierno local.
Para llevar a cabo el proceso, por parte del Concello se esgrime que es urgente, toda vez que la empresa Linorsa viene realizando el servicio en precario al finalizar el anterior contrato. Además de advertir sobre la situación en que se encuentra: en concurso de acreedores y con problemas de pago a las trabajadoras.
Además, también se señala que el concurso que se había puesto en marcha quedó desierto. De ahí que el servicio de Contratación del Concello presentó en la reunión de la junta de gobierno local un informe en el que se justifica la urgencia de tal servicio y, en consecuencia, su necesaria e inmediata contratación. Las previsiones que maneja el alcalde es que pueda estar en funcionamiento la nueva adjudicataria antes de que finalice el año.
De esta forma, se procederá a la mencionada contratación para los próximos dos años, prorrogables a otros dos, por un coste anual de 1.950.495 euros, lo que supone un incremento con respecto al contrato anterior del 10%, 235.000 euros más. Un incremento, como explicó el alcalde, que es posible, y así lo contempla la ley, al quedar desierto el concurso que con anterioridad había puesto en marcha el Concello.
Se trata de un servicio municipal, que al igual que otros, se vieron afectados por problemas en las concesionarias, ya que la práctica totalidad lo vienen realizando en precario al haber finalizado la concesión. Y en algunos casos con cuestiones judiciales de por medio, como acontece con el servicio de limpieza de edificios municipales.
Con esta solución, el regidor espera que se puedan resolver los problemas que existían en el servicio de limpieza de colegios públicos, que se venían arrastrando desde el anterior mandato sin que se les hubiese dado una solución.
Una problemática que llevó consigo que las trabajadoras, que deberán ser subrogadas por la futura concesionaria, llevasen a cabo concentraciones ante la casa consistorial por el impago de nóminas, así como sobre el "futuro incierto", y la calidad del servicio que se prestaba.
