Las termas de A Chavasqueira en la margen derecha del Miño continúan anegadas y el embalse de Velle seguía soltando ayer caudal pero el cese de las lluvias y la previsión favorable de los próximos días ha devuelto la normalidad a las oficinas de vigilancia de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, donde las riadas de las últimas semanas activaron las alertas y provocaron importantes daños en localidades como O Barco, Ribadavia y la capital de As Burgas. La recuperación de los niveles habituales de caudal para estas fechas después de las intensas lluvias activa una nueva fase en la Hidrográfica dedicada a la valoración, por parte de los técnicos, de los daños provocados por las crecidas tanto en las riberas como en el mobiliario urbano. Algunos ayuntamientos como O Barco y Ribadavia han planteado ya la necesidad de realizar actuaciones con carácter preventivo que eviten las reiteradas situaciones de anegamiento.

En la ciudad de Ourense las termas públicas generan cuantiosos daños cada año por las crecidas del Miño al estar ubicadas en zona inundable. Este año, el incremento de caudal que se mantuvo durante varias jornadas en niveles muy altos provocó también daños en las sendas peatonales. Ayer, el embalse de Velle mantenía una salida de caudal de 671,21 metros cúbicos por segundo a primera hora de la tarde, si bien el nivel del río a su paso por la capital se mantiene bajo el umbral de activación.

Desde la Confederación Hidrográfica Miño-Sil destacan que la situación es la esperada para esta época y que tanto los embalses como los caudales de los ríos de la provincia mantienen las cifras habituales.

El informe del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente sobre la situación de los embalses recoge que la reserva hidráulica de la cuenca Miño-Sil está al 87% de su capacidad, lo que significa que de los 3.030 hectómetros cúbicos disponibles están cubiertos 2.635. El estado actual de los pantanos es un 9,5% superior al registrado el año anterior por las mismas fechas y un 15% por encima de la media registrada durante la última década.

Por sistemas, el del Limia es el que menos capacidad tiene cubierta en la actualidad, con un 75%, seguido del Sil superior, que se encuentra al 89,8% de su capacidad y el Miño alto, con un 88%. Durante la última semana, la estación de Velle registró un caudal máximo de 778,18 metros cuadrados por segundo frente a los 2.500 que llegó a evacuar en febrero cuando se cubrieron las piscinas de Oira.