El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, confirmó ayer el cese de su delegado territorial en Ourense, Rogelio Martínez, y aprobó el nombramiento de la parlamentaria Marisol Díaz Mouteira como sucesora. También ha sido destituida en el mismo Consello da Xunta, su homóloga en Vigo, María José Bravo Bosch, que acaba de ser imputada en la "Operación Patos". Ambos relevos de altos cargos habían sido anunciados por FARO en la edición de ayer y se confirmaron tras la comparecencia de Feijóo que, si bien puntualizó que la situación judicial de ambos cesados "no fue determinante", sí influyó en su decisión.

Martínez, investigado desde 2006 por irregularidades en la gestión de fondos europeos durante su etapa como alcalde de Arnoia, lleva años arrastrando este procedimiento que ha sufrido todo tipo de dilaciones. El caso estaba parado cuando Feijóo lo designó como su hombre de confianza en marzo de 2009, pero la Audiencia ordenó su reapertura poco después y Martínez tuvo que declarar como imputado en mayo, siendo ya un alto cargo de la Xunta. No obstante, y a pesar de las críticas y las peticiones de cese que llovieron desde la oposición, el presidente gallego lo mantuvo en el puesto durante casi siete años, revalidándolo incluso en 2012 cuando el proceso estaba activado. Ahora, y a un año de las elecciones autonómicas, el presidente gallego ha decidido prescindir de él y colocar en su puesto a una funcionaria de la Xunta que ya ocupó diversos cargos autonómicos en la provincia de Ourense.

"Todo influye pero nada en exclusiva fue determinante", explicó Feijóo ayer sobre la relación existente entre estos ceses y sendas imputaciones, "también influyen los ciclos políticos", precisó. Agradeció el trabajo de ambos y dijo que "los cargos son temporales, el ciclo está cumplido y hay que aceptarlos con naturalidad". También se esforzó en dejar claro que "es un cese a petición propia dado que la disponibilidad estaba garantizada".

Por su parte, Rogelio Martínez descartó ayer que esta destitución tenga que ver con su situación judicial ya que ésta no solo se mantiene en punto muerto desde hace meses, sino que el BNG, que formuló la denuncia en 2006, se ha retirado como acusación: "Se retira el denunciante y desde la Fiscalía no hay acusación ninguna, ya parece un esperpento que se pueda mantener este proceso", indicó. Achaca su cese a la renovación del equipo y destaca la "lealtad" y amplia capacidad de trabajo y experiencia de la que ahora le sustituye, Marisol Díaz Mouteira.

Rogelio Martínez, que acata la decisión del presidente y se muestra agradecido por la confianza depositada en él los últimos años tanto por Feijóo como por su equipo de conselleiros, matiza que este relevo no se produce a "petición propia" como indicó el presidente tras el Consello da Xunta. Explica que ante una propuesta de cambio en el equipo de gobierno él se puso "a plena disposición y de eso se puede entender que es a petición propia, pero visto así, sin que hubiese motivos específicos para un cese".

Ante un posible auto de apertura de juicio oral que todavía no ha llegado, Rogelio Martínez siempre había defendido que no iría al banquillo de los acusados como delegado, dando a entender que dimitiría de forma automática. La investigación que le persigue desde 2006 está relacionada con la recepción de fondos europeos para la construcción de una planta de biomasa en Arnoia y la certificación de una obra que no llegó a ejecutarse. Junto a él hay otros siete imputados.

Marisol Díaz Mouteira (Alemania, 1967), es licenciada en Derecho y especialista en Mediación Familiar y Derecho Civil. Fue delegada de Xustiza, jefa territorial de Educación y de Vicepresidencia, y secretaria territorial en sustitución de Luis Menor. En junio regresó al Parlamento para ocupar el escaño que dejó vacante Jesús Vázquez, elegido alcalde de Ourense. El siguiente en la lista para sustituirla es el portavoz del PP en Ribadavia y asesor en la Diputación, César Fernández.

Díaz Mouteira, que formalizará su renuncia al escaño el martes para después tomar posesión, se mostró ayer muy agradecida por la confianza: "Intentaré no decepcionar ni defraudar las expectativas", dijo. Compromete "trabajo, ilusión, esfuerzo y cercanía" en una institución que ya conoce por su trayectoria política y su trabajo como funcionaria: "Esto me facilita el trabajo porque sé que hay un buen equipo", concluye.