El Concello de Xinzo quiere poner en valor y restaurar para su uso publico la Torre sur del Monasterio do Bon Xesús de Trandeiras, también llamada Torre de los Guardias o del Guardián, con cargo al 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento. Ya cuenta con un proyecto presentado recientemente, cuyo importe ronda los 200.000 euros, aportando el Estado el 75 por ciento y el resto se financiaría con aportaciones de otras entidades.
La intención es rehabilitar el Monasterio de Trandeiras en su conjunto, pero en tiempos de crisis es una aspiración casi imposible a corto plazo. Ya en su momento fue estimada en mas de 10.000 euros por los promotores de diversos proyectos de reconstrucción encaminados a los mas diversos usos, desde un geriátrico, un parador de turismo, o para museo.
Por ello, el edil de Cultura, Carlos Gómez, optó por proponer una recuperación parcial económicamente posible y funcionalmente viable, de una parte emblemática del conjunto del Monasterio, siguiendo el modelo del Monasterio de Santa Clara de Coimbra en Portugal. Este proyecto de rehabilitación, cuya memoria previa fue redactada por el arquitecto Rafael Mascareñas, se centra en la Torre Sur, de gran belleza y volumen proporcionado, levantada sobre un paso marcado con acceso al ala este.
Y es que con esta Torre rehabilitada y puesto en valor el conjunto arquitectónico, se podrá comenzar a actuar progresivamente en espacios mas deteriorados del edificio, y a la vez vigilar y mantener las estructuras mas deterioradas del resto del monasterio, que están siendo afectadas tanto por el paso del tiempo y el abandono, como por el efecto de la rapiña humana que ya lo ha despojado, por ejemplo, de un hermoso reloj de arena que existía en el muro del atrio de la iglesia. El uso de la Torre y de los terrenos del Monasterio se destinaría a Aula didáctica de Interpretación de la naturaleza, concretamente de la Cuenca del Río Limia y la Laguna de Antela, como principal actividad. Pero Gómez prevé, como primer destino, una exposición y centro de divulgación del legado del propio templo y su turbulenta historia, y no descarta pedir ayuda del eminente Franciscano Limiano, José Rodríguez Carballo.
