La media de vida de los ourensanos supera los 80 años, de ahí que no resulte extraño el aumento de la población de personas mayores de 65 años que residen en la ciudad, y que supera el 21 por ciento, aunque la media a nivel provincial se sitúa por encima del 28 por ciento, mientras que la de Galicia es del 20,7 por ciento.

Así, según los datos del padrón municipal a noviembre de 2007, la población de personas que superan los 65 años era de 22.669, aunque cuentan con la tarjeta sanitaria 23.668, una diferencia que según explicó la concejala de Bienestar Social, Marga Martín, se debe a que esas personas viven en la ciudad con sus hijos, aunque siguen censadas en sus concellos de origen.

Unos datos que son la base del estudio pionero que desde ayer se puso en marcha por parte del Concello de Ourense y la Consellería de Sanidade, del que se encargará un equipo de investigación formado por médicos ourensanos que coordina la directora médica de Atención Primaria, Mercedes Hernández.

El objetivo del estudio surge de la necesidad de “estudiar a nuestros mayores” y, sobre todo “oír a las personas que superan los 65 años, para que nos digan cómo ven su calidad de vida y la planificación de futuro”. Mercedes Hernández recalcó que “contamos con la población más envejecida de toda España”, algo que “es muy positivo”.

Vejez y calidad de vida

Para llevar a cabo el estudio, el grupo de investigación eligió aleatoriamente a 813 personas que residen en la ciudad, entre los que se incluyen las 150 personas mayores a las que ya se entrevistaron hace 8 años, cuando el actual gerente de Atención Primaria, Manuel Blanco, realizó tesis doctoral que versó sobre la relación entre la vejez y la calidad de vida que tienen.

Mercedes Hernández explicó que “empezaremos por los 150 mayores que fueron evaluados hace 8 años”, y espera que las encuestas se realicen en los próximos seis mesas, para en el plazo de un año contar con datos concretos y realizar los correspondientes análisis sobre la situación en que se encuentran los mayores.

De lo que se trata es de recoger las necesidades que tienen las personas mayores de 65a años, así como las de sus familiares y de los cuidadores, que según explicó la coordinadora del estudio, “ son mujeres; hijas o nueras del anciano, con una edad media de 50 años”, y que debido a esa nueva situación “no cuidan su salud, se dan cifras muy altas de depresión y ansiedad, con riesgo de aislamiento”. Por lo que sostiene que también es fundamental “cuidar a los cuidadores” de las personas mayores.