El bonito acto de Afamo de ayer en el Concello de Moaña tuvo momentos para la reflexión, pero también otros para la risa. Una usuaria de la asociación contra el alzhéimer no tuvo reparos en decir que quería a su marido "más que nunca" y apostilló que "él también me quiere a mi con locura", para humor de los asistentes. Está claro que hay amores que nunca se desvanecen y que incluso salen reforzados de los momentos más duros, como puede ser el compartir juntos el deterioro cognitivo que acarrea la durísima enfermedad de alzhéimer.
La apretada agenda política que impide sentarse a la mesa
A veces la política local exige estar activo a las horas más peregrinas. El otro día la concejala de Cangas Victoria Portas no tuvo más remedio que comer una empanadilla en un parque ante la falta de tiempo para tener un respiro e ir a casa. Seguro que otro día le tocará comer algo de marisco y ya compensa. Por cierto, que esta falta de tiempo también hace que la alcaldesa de Moaña tenga problemas para encontrar un hueco para la lectura. Menos mal que estas responsabilidades públicas son solo una etapa en la vida, porque seguro que estos años se pierde alguna novela interesante.