La asociación de familiares de enfermos de alzhéimer de O Morrazo, "Afamo", cumplió ayer 20 años de funcionamiento. Desde entonces se ha convertido en una referencia en toda la provincia en materia de terapias y cuidados a los mayores que sufren algún tipo de demencia. En estos momentos, al igual que todo el sector de los cuidados, Afamo está sufriendo en sus carnes las necesarias restricciones para evitar contagios de Covid-19. Entre marzo y junio el centro de día del colectivo, ubicado en el barrio moañés de O Rosal, tuvo que estar cerrado y las profesionales centraron su trabajo en la atención telefónica y la estimulación a domicilio de aquellos mayores más necesitados.
Desde junio Afamo ha recuperado poco a poco su actividad. Al principio con atención individualizada, durante la primera semana, y después con jornadas de 4 horas. En estos momentos los usuarios son atendidos durante las ocho horas habituales, pero solo atienden en el centro de día a la mitad de los mayores adscritos. Son un total de 23 los que pasan cada día por este espacio para participar en las actividades y terapias de estimulación cognitiva. La presidenta de Afamo, Fina Cancelas, explica que al resto de mayores se les atiende a domicilio, ante la necesidad de garantizar la distancia social en su centro de Moaña.
Temen, por otra parte, un nuevo cierre de este servicio debido a los rebrotes. "De momento el área de Vigo se salva, porque en otras áreas sanitarias como la de A Coruña los centros de día ya están cerrados. Nosotras nos dirigimos a la Consellería de Política Social y a la de Sanidade para explicarles lo necesario que es este servicio para las familias con enfermos de alzhéimer. Tenemos el compromiso de que intentarán en todo lo posible no cerrar estos centros", apunta Fina Cancelas.
Los usuarios que acuden al centro de día son sometidos a un estricto protocolo para garantizar su seguridad "al tratarse de una población de alto riesgo en el caso de contagio". Por ejemplo además de la distancia social, se realizan controles de temperatura con un termómetro infrarrojo, y tanto el personal como los usuarios se desinfectan constantemente las manos con gel hidroalcohólico. Además, con un líquido virucida, se desinfectan los zapatos de mayores y monitores cada vez que entran al centro de día.
En el comedor se instalaron mamparas transparentes que permiten a los mayores verse entre ellos pero comer en seguridad sin riesgo de contagio.
Además de la atención en su centro de Día, Afamo ha puesto en marcha tras la desescalada su servicio de respiro a las familias con personas que sufren demencia a su cargo. Este programa en Moaña se llevaba a cabo en el local del club de jubilados, pero por la pandemia el inmueble se encuentra cerrado. El servicio se presta ahora en el local vecinal del barrio de O Real, entre las 10.00 y las 13.00 horas por la mañana y entre las 16.00 y las 19.00 horas por la tarde. Son 35 los usuarios del programa de respiro en Moaña.
En Cangas, por su parte, este servicio cuenta con 14 usuarios en la Casa da Bola, cuyo espacio es más pequeño que el de Moaña.
