La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade inició las obras que completarán el refuerzo del firme en la carretera general PO-313, que une Moaña con Marín. Los trabajos arrancaron ayer y se prolongarán durante las jornadas de hoy y mañana. Implican el corte de carriles al tráfico y la Xunta aprovecha el descenso de los movimientos por carretera, que todavía es destacado en la fase 1 de la desescalada, para esta tarea.
En concreto se actuará en la parroquia de San Tomé de Piñeiro, en Marín, así como en Broullón, ya en Moaña (puntos kilométricos 7 y 12), pero también en Quintela, en un tramo urbano entre los puntos kilométricos 15+900 y 16+420 de la PO-313. En otoño Infraestruturas había realizado saneos y fresados en estos tramos y ahora procede al sellado de la capa de rodadura completando así la rehabilitación del firme. El tráfico es alternativo habilitando el carril que no está en obras en cada momento.
A mayores, la Xunta actuará en el tramo final de la Autovía do Morrazo, el trazado en el que todavía es Corredor de un solo carril para cada sentido (CG-4.1) y que finaliza en la rotonda de Aldán. Aprovechando también la reducción en los desplazamientos, se mejorará el firme de todo este tramo (entre los puntos kilométricos 12+100 y 15) con el objetivo de mejorar la seguridad viaria y la comodidad de los usuarios. Las intervenciones se enmarcan en el contrato de obras de mejora del firme en distintas carreteras autonómicas de las comarcas de O Morrazo, Deza y Pontevedra, que la Xunta adjudicó a la empresa Construcciones Taboada y Ramos SL con una inversión de 1,2 millones de euros.
Se cumplen estos días justamente 11 meses desde que concluyó la compleja obra para desdoblar y convertir en autovía la mayor parte del antiguo Corredor, con cuatro carriles entre la conexión con el puente de Rande y la primera salida de Cangas. Ahora, bajo el término Corredor se recogen solo el tramo de salida hasta la Rotonda do Gordo y el tramo de dos carriles hasta Aldán, que es en el que se mejorará el firme.
Desplome del tráfico
Aunque la entrada en fase 1 de la provincia de Pontevedra ha relajado notablemente las normas del confinamiento y eso implicó un incremento en los flujos de tráfico en O Morrazo, los desplazamientos son todavía sensiblemente más bajos que antes del estado de alarma.
Durante las fases más duras del encierro la intensidad media de vehículos en la principal arteria de O Morrazo se había desplomado hasta el punto de que el tráfico cayó un 80% en Semana Santa con una media de apenas 3.000 coches diarios, por los casi 14.000 que se registró en el mismo periodo vacacional del año anterior, a pesar de que un tramo de la autovía estaba todavía en obras. En algunos domingos durante el confinamiento se registraron incluso menos de un millar de vehículos en la autovía.