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En la recta final de la pandemia

La residencia de Aldán, el foco del Covid-19 en Cangas, reduce sus positivos a 20 personas

Quince residentes siguen sanos desde el inicio de la enfermedad -Los test confirman otros 25 curados que se suman a los 40 de la semana pasada -Piñeiro: "Hemos dado la vuelta a la situación, pero no hay que relajarse"

personal de Povisa entra en la residencia de mayores de Aldán, en Cangas. // Santos Álvarez

La residencia de mayores DomusVi Cangas, en Aldán, que ha sido el gran foco de contagios del Covid-19 en Cangas, ha vuelto a terminar la semana, por segunda vez consecutiva, con datos esperanzadores, con 25 residentes más curados, que se suman a los 40 del viernes de la semana pasada. El gerente nombrado por la Xunta cuando el 30 de marzo intervino la residencia, Constantino Piñeiro, asegura que son datos esperanzadores y le dan continuidad a los datos de la semana pasada en un "salto cualitativo porque estamos en una proporción favorable al número de negativos en el centro. Con los 15 negativos iniciales que hemos conseguido preservar como los negativizados en las últimas horas suman 65 y hemos logrado darle la vuelta a la situación". De esos 15 residentes sanos, se trata de personas con mucha dependencia que no se aconsejó su traslado a la residencia de Tiempo Libre de Patos, como se hizo con otros 11, y que permanecen en zona aislada. Sobre las causas de no haberse contagiado, el gerente asegura que es algo que deben de valorar los médicos, si por la residencia o circunstancias personales inmunológicas.

Respecto al perfil de las personas curadas, que han pasado la enfermedad, "es homogéneo en cuanto a la edad, entre 85-90 años y con patologías previas, que son las que llevan a la necesidad de su ingreso en residencias, por su estado de dependencia". Añade que llevaban con la enfermedad desde el primer momento y que esa fue precisamente la circunstancia que llevó a intervenir la residencia, debido al elevado número de casos positivos en los últimos días de marzo en relación con el total de los residentes, que suponía el 75% de ellos -había 105 de 150- y que se contagiaron en esas fechas de últimos días de marzo.

Sobre el hecho de que algunos se hayan curado y otros hayan fallecido en poco tiempo -el número oficial de muertes en este centro es hasta la fecha de 20- dice que es algo que debe descubrir la ciencia médica. El tratamiento que han tenido estas personas, asegura el gerente, "son decisiones médicas. Hay que constatar la realidad de que en la patología del coronavirus, los organismos médicos internacionales no han establecido un tratamiento con carácter definitivo. Los aplicados aquí han conseguido revertir la situación de muchos de los positivos". En estos momentos, en la residencia hay personal médico de la propia empresa DomusVi, de la Consellería de Política Social y el que viene a supervisar los casos positivos del Servicio Galego de Saúde, en este caso Povisa porque entra en su ámbito de supervisión".

La valoración que realiza de estas semanas al frente de la residencia de Aldán, es que aunque las noticias son esperanzadoras y positivas, "no hay que relajarnos". Sí reconoce que se "han dado grandes pasos, que se había anunciado que se iba a mantener la intervención y la supervisión médica de la residencia hasta que se superara complemente la salida de la crisis y aunque se dieron muchos pasos, no se ha dado el definitivo y no podemos dar una señal de realajación".

El director asegura que se trazaron tres fases. Una primera que consistió, ante el elevado número de contagios, en el diseño de circuitos e identificación clara de responsabilidades de los trabajadores junto a otras medidas como la derivación de algunos negativos a la Residencia de Tiempo Libre de Patos que se realizó con urgencia y se garantizó la atención a esas personas reduciendo la presión asistencial en Aldán. Dice que en esta fase se buscaba evitar más contagios. La segunda fase se fue realizando a lo largo de las últimas semanas y se tradujo en la reducción paulatina del número de fallecimientos. Y la tercera fase, en la que se entró la semana pasada, añade el gerente, se realizó cumpliendo con los protocolos de Medicina Preventiva del Área de Vigo, para la realizar de los test a las personas que se consideraban que cumplían los requistos con la sospecha de que ya hubieran pasado la enfermedad: "En esta tercera fase se ha conseguido dar la vuelta a la situación. De un grandísimo porcentaje de positvos, en torno a un 85%, hemos pasado a reducirlo a un 20%".

Los test han constatado la superación de la enfermedad. Hasta la última semana del mes de abril no se había llegado a una situación que permitiese ver que se había podido entrar en esa tercera fase, dice Constantino Piñeiro, y por eso se aplicaron las pruebas a los residentes que iban cumpliendo las etapas, señala. Destaca también que se ha contenido durante abril y lo que se lleva de mayo los casos positivos entre los trabajadores con la aportación de los Equipos de Protección Indiviuual EP. La residencia cuenta en estos momentos con un centenar de trabajadores entre personal de la propia empresa, Política Social y del Sergas. El director tiene palabras de reconocimiento para todo este personal, desde limpiadoras, camareras, geroculturas, auxiliares de enfermería, enfermeros, mantenimiento, a equipos de fisioterapia entre otros.

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