Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Juan Carlos Pazos: "No sabemos cómo pudo entrar tanta agua, el barco aún aguantó ocho horas"

El marinero cangués del "Albacora Seis" llegó ayer a Vigo junto al resto de la tripulación gallega - "Es un golpe muy duro", asegura

Juan Carlos Pazos, ayer nada más llegar al aeropuerto de Peinador, en Vigo. // Alba Villar

Al filo de las cuatro de la tarde de ayer aterrizó en el aeropuerto de Peinador el avión que traía de vuelta a casa a los tripulantes gallegos del "Albacora Seis", el atunero hundido hace ahora una semana a 260 millas de Costa de Marfil. Entre ellos estaba el cangués Juan Carlos Pazos, de 54 años, que era el engrasador del buque. A él le tocó avisar a sus compañeros de que había que abandonar el barco porque acababan de detectar una vía de agua y las bombas de achique no daban abasto. "No sabemos qué pasó ni cómo pudo entrar tanta agua, pero después de salir el barco aún aguantó ocho horas, hasta las 4 de la mañana", contaba ayer a su llegada a casa después de un largo viaje desde Abidjan.

Las condiciones meteorológicas y del mar eran buenas y la jornada había comenzado con normalidad, después de haber repostado combustible. El tripulante cangués explica que la situación empezó a cambiar a las seis de la tarde, durante su guardia. Primero sonó una alarma, pero tras una revisión no se detectó ningún problema. Poco después volvió a sonar y se dirigió hacia el túnel de frío, donde se congela el pescado. "No hacía ni cinco minutos que había salido de allí y cuando volví ya estaba inundado de agua. Intentamos ir de proa hacia popa para ver qué pasaba, pero no pudimos. El agua enseguida nos llegaba hasta las rodillas y tuvimos que volver", cuenta.

Todo esto ocurrió aproximadamente sobre las seis y media de la tarde y el jefe de máquinas le ordenó que subiese a avisar al resto de la tripulación que era necesario abandonar el barco. "Pusimos a funcionar las bombas de achique, pero entraba más agua de la que salía. Había que dar la alarma ya porque se podía caer el alumbrado del barco y a partir de ahí no sabías cómo podía reaccionar el buque", expone el marinero cangués.

A sus 54 años de edad lleva embarcado desde los 13 y esta fue la primera ocasión en la que tuvo que vivir una situación tan dramática. "El susto es grande, va a ser difícil sacarlo del cuerpo", asegura. Un buen susto fue el que se llevaron sus compañeros cuando acudió a avisarles de que había que dejar el "Albacora Seis", que era necesario arriar la panga o lancha auxiliar para ponerse a salvo. "Fueron momentos de muchos nervios, les dije que había salir y que salvasen lo que pudiesen. Yo volví a la sala de máquinas y poco después tambien tuve que salir", rememora Juan Carlos Pazos.

El capitán del "Albacora Seis" lanzó enseguida una alerta solicitando ayuda y afortunadamente el auxilio no tardó en llegarles. "El mar estaba en bien y estábamos en una zona de pesca, por lo que había barcos cerca. Vino a ayudarnos el 'Montelape' y luego el 'Kurtzio', que es de la misma empresa y subimos a bordo", relata ya desde Cangas Juan Carlos Pazos. Después de la tensión vivida es difícil precisar las horas, aunque calcula que entre las siete y las siete y media toda la tripulación del "Albacora Seis" tuvo que refugiarse en la panga y media hora después habían sido rescatados.

Lo que no se borrará es la impresión de ver hundirse el buque, un atunero de más de 75 metros de eslora. "Aún aguantó ocho horas, hasta eso de las cuatro de la mañana. Nos quedamos en la zona para ver cómo reaccionaba y acabó hundiéndose. Ya no vamos a poder saber qué fue lo que provocó que entrase tanta agua", se lamenta el engrasador cangués. "Es un golpe duro, muy duro. Para la tripulación por lo que vivimos y para la empresa porque pierde uno de sus barcos y trabajo. Aún no me explicó qué fue lo que pudo pasar y ahora ya será imposible saberlo", se lamentaba ayer Juan Carlos Pazos al final de una de las semanas más intensas y duras de su vida.

Junto a él aterriazaron ayer en Peinador otros dos tripulantes gallegos: el segundo maquinista, Manuel Ángel Raíndo, de Santiago, y otro engrasador, José Ángel Vilas González, de Ribeira. El cuarto tripulante gallego es el capitán, Francisco Pouso, de A Coruña, pero que aún seguirá unos días más en Costa de Marfil.

Compartir el artículo

stats