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Los seis metros de la polémica en Seara

El Concello defiende que el proyecto del paseo sí retranquea los 6 metros de servidumbre con una marquesina

Recreación de cómo irá el paseo frente a los astilleros, con la marquesina delante de Casqueiro.

Seis metros sí o seis, no. Esa es la cuestión principal, al margen de la polémica por la falta de accesibilidad universal, por la que el proyecto del Concello de Moaña para la finalización del paseo de Seara no logra el consenso y siga abierta la brecha de este conflicto, que se prolonga desde hace cinco años. Son los seis metros de servidumbre del Dominio Público Marítimo-Terrestre en el frente del astillero Casqueiro al mar, que en el anteproyecto y proyecto básico encargado por el Concello al arquitecto Iago Fernández Penedo, se defiende que quedan libres, retranqueados, aunque bajo cubierta, con una marquesina.

La alternativa de esta marquesina no convence al PP que ha solicitado a Costas del Estado la devolución de esos 6 metros de servidumbre del Dominio Público Marítimo-Terrestre frente al astillero porque entiende que el último tramo del paseo está diseñado para que se permita la ocupación de esta servidumbre, "con un porche cara al mar sostenido por columnas". El proyecto, tanto el presentado para la rehabilitación de las carpinterías como el otro, para la finalización del paseo, han obtenido la autorización de Patrimonio de la Xunta, que sin embargo rechazó el anexo por el cual se pedía la construcción de una pasarela móvil acristalada sobre las guías de entrada y salida al mar en el astillero de Casqueiro que permitía la accesibilidad universal a personas con problemas de movilidad, por tratarse de un bien etnográfico a proteger. El PP entiende que retranqueando seis metros el astillero se lograría espacio suficiente para mantenar las guías y se salvaría con una rampa el acceso de las embarcaciones que cruzarían por el paseo peatonal hasta la carpintería.

Desde el gobierno local defienden que el proyecto ya contempla ese retranqueo de seis metros, que exige la normativa de Costas y, de hecho, consta textualmente en la memoria urbanística: "La propuesta cumple lo que se propone contando con seis metros de paseo cubierto, bajo la cubierta que sería continuación del espacio interior de la carpintería, pero que se convierte en marquesina bajo la que discurre el paseo en el borde litoral, conservando también las rampas y la característica relación de la carpintería con el mar". En el apartado de descripción también consta que en el paso litoral "se retranquean las fachadas de las carpinterías, lo que permite un recorrido practicable por el litoral y aporta una continuidad, respetando y entendiendo la importancia de las rampas-varadero".

Con esta solución, el proyecto cumpliría con la normativa exigida por Patrimonio, en cuanto al régimen de protección, cuando en junio de 2018 resolvió a favor de incluir las dos carpinterías de Casqueiro y de Carlagho, que forman parte del ámbito de actuación del paseo, en el Catálogo del Patrimonio Cultural de Galicia de Carpinterías de Ribeira; y también con el deseo inicial del gobierno local y de una parte de los colectivos de Moaña, de que la rehabilitación del astillero de Casqueiro se hiciera de una manera diferente a cómo pretendía el PP en su proyecto inicial, "como testimonio de su volumen inicial". Para ello, en la carpintería de Casqueiro se mantienen los dos últimos pórticos y la cubierta sin cierres laterales. El proyecto implica la reconstrucción de la estructura de madera del interior, destruida en el incendio de 2017, recuperando su estructura de pórticos de madera y conservando su volumen inicial; construcción de nueva cimentación, ya que actualmente solo conserva muros de piedra; y de nueva cubierta a dos aguas con teja cerámica y cierre con muro de sillares de granito con nuevas fachadas de madera. En la fachada al mar se contempla un gran hueco formado por una puerta cor, oculto tras contras de madera. También se mantienen los huecos originales en la fachada principal y se demolerá el puente grúa debido a su escaso valor. En el astillero de Carlagho se conserva y mejora la fachada y estructura consolidando los cuatro pórticos y la reconstrucción de los dos últimos pegados al mar. En ambos casos se hace una puesta en valor de la rampas-varadero.

Costas tiene ahora la última palabra, tanto para contestar a la petición del PP como al Concello que le ha remitido el proyecto para solicitar la concesión del espacio. De hecho, éste fue el acuerdo de la última reunión de la mesa de diálogo del paseo, presidida por la alcaldesa, Leticia Santos: seguir adelante con el proyecto, esperar a la respuesta de Costas y una vez obtenida, iniciar el proyecto de ejecución, momento en el cual la regidora dice que se volvería a plantear una alternativa para conseguir la accesibilidad universal del paseo. Sobre el futuro de la mesa, la regidora asegura que por el momento seguirá, para reunirse cuando Costas conteste a la solicitud de concesión administrativa: "De momento estamos a la espera".

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