El año 2020 será el de los primeros brotes verdes tras la crisis de la construcción en Moaña, o al menos es la previsión que se maneja en el Concello por donde han pasado algunos inversionistas para informarse de parcelas para edificar. Será el año de cierto despegue después de un 2019 sin ninguna licencia para vivienda colectiva (edificios) y solo para viviendas unifamiliares (10 edificaciones de nueva planta en 2018), aunque también se dieron casos de licencias para viviendas de uso turístico, como la que se concedió en octubre para tres viviendas de uso turístico y edificación auxiliar en O Redondo.
Se trata de tres casas de madera, de planta baja, al igual que la edificación auxiliar, con una superficie de 63,60 metros cuadrados cada una de las tres primeras y de 22,80 la última. En total, la superficie construida son 213,60 metros cuadrados. Las construcciones cumplen con los requisitos para aparatamentos turísticos de dos llaves de Turismo de Galicia de la Consellería de Cultura. El suelo en donde se solicita la licencia es urbano consolidado, siéndole de aplicación la Ordenanza 2 de edificación familiar.
Menos requisitos
Según las fuentes consultadas, las viviendas de uso turístico se están convirtiendo en una alternativa a la falta de construcción de otro tipo de vivienda, ya que los requisitos para estas edificaciones son menores y no se exigen las condiciones que para las otras en cuanto a superficie y habitabilidad. La normativa de uso turístico te permite hacer más viviendas, aunque mucho más pequeñas. Las mismas fuentes apuntan a que incluso este tipo de vivienda podría ser la del futuro, un futuro que en el caso de Moaña empieza a ver brotes verdes, aunque sigue pendiente el desarrollo urbanístico de A Xunqueira 2, en donde está prevista la construcción del auditorio, si bien no hay mucho optimismo en este sentido al estar en manos de la Sareb. Pese a todo, el mercado de vivienda nueva empieza a moverse porque prácticamente no hay pisos en alquiler en el municipio. Así lo traslada alguna inmobiliaria local que se ha visto en el caso de buscar un piso al propietario de una casa que la vendió para irse de alquiler, sin haberlo encontrado.
Los pisos en alquiler en Moaña también han disparado sus precios, y de tres dormitorios en un lugar bueno, no bajan de los 500 euros mensuales. Por menos de 400 solo habría en edificios muy antiguos, malos y desubicados, apuntan.
El sector de la construcción se movió algo en Moaña en la urbanización de O Rosal, con el cambio de uso de suelo a Ordenanza 3, lo que ha generado licencias de cambio de uso para convertir a viviendas, plantas de edificios que por exceso de edificabilidad no se podían destinar en el plan parcial anterior y estaban como oficinas o aparthoteles. Se ha dado el caso de un aparthotel en una de las céntricas calles de O Rosal que se ha transformado en 8 pisos.
