El grupo de gobierno (BNG y ACB) rechazó ayer las alegaciones al presupuesto presentadas por un funcionario y por el Partido Popular en una sesión plenaria en la que el regidor, Félix Juncal, aprovechó para sacar músculo financiero y recordar que en los dos últimos ejercicios el concello ha tenido remanente positivo y que la deuda viva se queda en 65.000 euros. Lo hizo para responder a las críticas de la portavoz popular, Elena Estévez, que subrayó lo atípico de aprobar las cuentas de 2019 cuando el año está casi finalizado, una costumbre que, dijo, "ya es habitual".
Estévez también lamentó que las propuestas presentadas en sus alegaciones fuesen despachadas "en cuatro líneas", sin razonar la negativa a incluirlas en el documento. En este sentido, recordó la "insuficiente" dotación para las bibliotecas o el tener partida económica solo para abonar una anualidad de las ayudas a los clubes deportivos. Desde el PSOE, Elisa Dios compartió la opinión del PP y subrayó que "unos presupuestos hechos con antelación servirían para que los ciudadanos viesen mayor transparencia". Julio Villanueva, edil de Facenda, apuntó que varias de las peticiones del PP, como el Servizo de Axuda no Fogar o la dotación para las bibliotecas se recogerán en las cuentas de 2020, "que estarán antes de octubre", bromeó.
La corporación aprobó por unanimidad una moción de apoyo al sector del mar e industria alimentaria de la comarca -a instancias de Cabo de Cruz- por el proyecto de reforma del reglamento de Costas que recortaría la prórroga de las concesiones en dominio público e incrementaría los requisitos para su renovación.
