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Movimiento social en el colegio Casa de la Virgen

Recogidas casi 2.400 firmas en Cangas contra el traslado de las últimas cinco monjas de Rodeira

La congregación de las Hijas de la Caridad decidió que dejen el colegio y que vivan en residencias de mayores de esta orden -El lunes hay un acto de homenaje a ellas y se valora realizar una cadena humana para que se queden

Sor Gloria, Sor Antonia, Sor María Luisa Artacho, Sor María Luisa Gorricho y Sor María Mercedes. // Casa de la Virgen

Cangas seguirá luchando para evitar el traslado, previsto para este mes, de las últimas cinco Hijas de la Caridad del colegio Casa de la Virgen, en Rodeira, cuatro de las cuales tienen entre 80 y 92 años y llevan más de 50 en esta localidad en la que desean quedarse hasta el final. En julio se inició un movimiento social, promovido por la comunidad escolar, padres, alumnos, exalumnos y vecinos, con la recogida de firmas, después de que se confirmaran por carta el traslado de las religiosas a residencias de mayores de la congregación repartidas por León, Tui y Algorta en Bilbao.

La campaña de recogida de firmas, tanto en papel como a través de la plataforma Change.org, ha tenido la respuesta deseada y se ha saldado con casi 2.400 rúbricas que en estos últimos días se han remitido a la responsable provincial de la congregación en Villaobispo, en León, en donde está la sede las Hijas de la Caridad para la provincia norte que abarca Galicia, Castilla y León, Asturias y País Vasco.

Además se han remitido cartas a las más altas esferas de la congregación de las Hijas de la Caridad en París y también a la Iglesia, que ha respondido comprendiendo la petición pero sin poder hacer nada más porque la competencia es de la organización religiosa.

"Es una cuestión de caridad", repiten los promotores de esta campaña en apoyo a las religiosas que no quieren abandonar el lugar en donde, al menos dos de ellas han pasado más de cincuenta años de su vida. Sor María Luisa Artacho, de 92 años que es natural de Ceuta, lleva 62 años en el colegio de Rodeira; y Sor María Mercedes Pérez Cobas, de 90 años, lleva 50. Sor Gloria Rodríguez, natural de Tui, tiene más de 80 años; Sor María Luisa Gorricho, de Navarra, tiene 93 y la superiora Sor Antonia, natural de Ourense, lleva menos años y en su caso es consciente de que está en un cargo en el que cada seis tienen que cambiar de destino.

Antes del 31 de agosto se tendrán que marchar, aseguran los promotores de la campaña que no pierden la esperanza de ganar una batalla que consideran totalmente justa "porque esta es su casa y aquí quieren vivir". El problema no es económico ya que aseguran que la Fundación Casa de la Virgen, que es la organización benéfico-docente propietaria del colegio, está dispuesta a hacerse cargo de los gastos de estas hermanas.

El colegio se abrió en Cangas hace 76 años cuando el dueño de los terrenos los dejó en herencia para un colegio. Se construyó así un centro que en principio era para acoger a niños huérfanos, y se contrató a las Hijas de la Caridad para que se hicieran cargo. A lo largo de todos estos años han estado en el centro unas 8 monjas, que se encargaban de las labores docentes y del internado, aunque en los últimos años han estado más desvinculadas de la enseñanza, que imparten seglares, pero no de los niños. Ellas se siguen encargando del comedor, incluso haciendo el zumo natural con exprimidor manual para los niños de infantil, encargándose de la entrada del colegio, incluso ayudando a resolver problemas de internet, asegura una de las promotoras de la campaña, que se deshace en elogios hacia estas religiosas por su dedicación, entrega y siempre buena educación.

El lunes, y ante el temor de que en cualquier momento llegue una furgoneta para cumplir con el traslado de las religiosas, se ha organizado un acto de despedida en el propio colegio, a las 20.00 horas, con misa y al que se invita al pueblo. Los promotores del movimiento social están valorando la posibilidad de realizar una cadena humana para visibilizar su deseo de que las hermanas se queden en el que ha sido su hogar durante buena parte de sus vidas. "El disgusto que tienen es soberano y nos movemos por humanidad. Si la congregación es Hijas de la Caridad, este es el mejor momento para demostrar caridad".

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