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El cangués Rafael Rodríguez, nuevo miembro de la Real Academia de Heráldica

Fue propuesto por tres académicos y se incorpora como correspondiente - Lo asume como un premio a su labor investigadora

Arriba, Rafael Rodríguez Fernández-Broullón, al lado de un escudo en el entorno de Síngulis, en Cangas. Abajo, una réplica de un escudo de armas dibujada por Fernández Broullón. // S.Á.

El cangués Rafael Rodríguez Fernández-Broullón se acaba de incorporar a la Real Academia Matritense de Heráldica y Geneaología, una institución estatal dedicada a la investigación histórica y la divulgación del saber científico en estas materias. El investigador cangués se incorpora a esta prestigiosa entidad en calidad de correspondiente. Esto le atribuye un papel de asociado a la Real Academia, colaborando a partir de este momento en las actividades que se realizan. Junto con el resto de académicos correspondientes es el encargado de divulgar la heráldica a nivel autonómico.

Muchas veces lo que comienza de forma casual se convierte en una pasión. Este es el caso de Rafael Rodríguez, el cual tras conocer el mundo de la heráldica decidió dedicar parte de su tiempo a la investigación de la historia que hay detrás de los escudos. "Desde siempre me ha apasionado el pasado y, al profundizar en el tema, vi en la heráldica una forma de fusionar lo que me gustaba con mi profesión [publicista]. Ambas tienen como origen la comunicación. La heráldica,como las marcas actuales, empleaba códigos de colores y símbolos que en su momento permitían la identificación de un caballero en la batalla o incluso una familia. De hecho hay una gran cantidad de logos que beben de esta ciencia. Un ejemplo es el de BMW", explica Fernández-Broullón.

Tras la publicación de media docena de libros y una infinidad de artículos en revistas especializadas, el cangués sigue encontrando en este campo nuevos horizontes para investigar. "Dentro de unos meses publicaré un libro sobre la heráldica en Baiona, el cual forma parte de una trilogía junto al ya publicado "Nigrán. Casas, pazos, heráldica y linaje". Ésta se complementará con una obra dedicada a Gondomar", avanza el recien nombrado correspondiente.

La posibilidad de difundir su obra a través de editoriales es otra de las razones por las que se declara orgulloso. "Mis libros, casi siempre, por el contenido y la labor divulgativa que tienen, han sido publicados por la Diputación de Pontevedra.Soy un afortunado ya que muchas veces no es así", expone Rafael Rodríguez, que también se muestra agradecido por la cobertura que los medios, como FARO, hacen de esas publicaciones.

Su labor en el campo académico tiene como objetivo la puesta en valor de la heráldica. Una ciencia, que junto con la geneaología, en España "siempre han sido vistas por encima del hombro". Una situación que, según dice, es muy diferente en otros países europeos. "En Inglaterra son fundamentales ambas ciencias. No se concibe una ceremonia sin la presencia de estas simbologías. Países como Alemania o Portugal también contemplan estos aspectos, no solo desde el punto de vista ceremonial, sino también académico al reconocer el valor de estas materias", argumenta.

La dedicación del investigador cangués ha sido recompensada por la "más alta institución en esta materia" que hay en España, que es la Real Academia Matritense de Heráldica y Geneaología. Un organismo estatal dedicado a fomentar la investigación y divulgación de estas ciencias, hasta no hace mucho olvidadas, como una rama de la historia.

El proceso de elección requiere de unas ciertas condiciones. "Un correspondiente es elegido en sesión plenaria a propuesta de, como mínimo, tres académicos por el carácter y rigor de su obra, un aspecto fundamental debido al alto grado de intrusismo existente en este campo de investigación, en el que cualquiera se considera entendido y especialista del tema", referencia Fernández-Broullón.

El recien nombrado correspondiente se muestra agradecido con la condecoración. "Es un honor que alguien hubiera pensado en mí y, sobre todo, viniendo de personalidades tan destacadas. Todo lo que recibo a cambio de mi dedicación es gratificante" declara. Rafael Rodríguez se muestra en deuda con la institución, que está integrada en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. "El hecho de que hayan confiado en mí supone una responsabilidad indudable",asegura.

En su nuevo papel, el investigador continuará haciendo lo que mejor sabe hacer: defender la relevancia de los símbolos identificativos, que por aquel entonces solo podían ostentar aquellos que demostraban ser nobles de sangre.

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