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Un puente de Rande con fallos de "ingeniería"

Muiñeira en las aulas. El pabellón de O Rosal acogió ayer un festival de Muiñeira con los alumnos de 3º de ESO que participan en el programa puesto en marcha desde la Concejalía de Aldán Santamarina, de "Muiñeira na Aula". Además de conocer el baile gallego, el alumnado conectó con su tradición. S.Á.

Con tanta obra de ingeniería que ha sido el Puente de Rande, por la cual, además, sus responsables reciben premios, todavía no ha aparecido aquella para acabar con el drama que supone esta infraestructura cuando una persona quiere acabar con su vida y no encuentra obstáculos para hacerlo desde su altura. Muchos se preguntan si no habrá sistemas que aplicar en este puente para evitar más muertes como la que ha ocurrido recientemente. En la nueva Autovía do Morrazo sí se están implantando métodos para evitar la caídas en sus viaductos y en esto, la obra de construcción de esta carretera está siendo un ejemplo.

Error contable en salario del alcalde de Cangas

Que no, que es un error contable, que el alcalde de Cangas no cobró 2.500 euros netos al mes este año, como se publicó, que fueron 200 menos. El error se debe a que en los acuerdos plenarios y papeles de secretaría siempre se habla de sueldo bruto al año. Después están las deducciones, que desconocemos como se aplican en cada caso. Y cobró lo que cobraba como maestro de escuela, ni más ni menos. Que no le den, pero tampoco le quiten.

Los berberechos le salieron caros al Concello

Sorpresa mayúscula la que recibió el Concello de Cangas ayer por culpa de los dichosos sacos de berberechos que personal municipal encontró tirados en la rotonda de Aldán. La empresa encargada de los desechos de la plaza de abastos de Cangas pasó una factura, por hacer desaparecer la subsodicha carga y por el congrio de 30 kilos que apareció en la playa de Rodeira, que rondaba los 400 euros. Para la próxima no habrá trabajador municipal que se le ocurra recoger nada que tenga que pasar por esta máquina de triturar desechos y también dinero. Al final, las obras buenas cuestan dinero. Si los berberechos se dejaran en la rotonda de Aldán incluso podían criar y alcanzar el tamaño suficiente para ser vendidos, en vez de triturados. Porque el tamaño fue el problema.

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