Nueve alumnos del Ciclo Superior de Instalacións Electrotécnicas e Automáticas del instituto A Paralaia, de Moaña, coordinados por el docente José Ángel Serantes, concluyeron en los últimos días el VEU (Vehículo Ecolóxico Urbano), después de 16 meses de trabajo. Se trata de un curioso coche biplaza con motor eléctrico alimentado por baterías recargables mediante una toma de corriente doméstica o a través de tres paneles solares instalados en el propio vehículo: dos en el techo y el tercero en el capó. El curioso vehículo, con carrocería de poliéster en color azul verdoso, fue finalizado en los últimos meses en las instalaciones del astillero Neuvisa, con su sede en el litoral de la parroquia de Meira. Con ventanas de metacrilato, será presentado los días 8, 9 y 10 de mayo en la Cidade da Cultura de Santiago, en el marco del Congreso de Innovación na Formación Profesional (FP Innova). Allí mostrarán su trabajo junto a otros 36 proyectos de innovación de Formación Profesional financiados también por la Xunta, una vez analizados los objetivos de cada centro. Se espera que más de 8.000 alumnos, docentes y profesionales intercambien experiencias y conocimientos.
El vehículo ecológico diseñado por A Paralaia partió con unos objetivos de 40 kilómetros de autonomía de las baterías y una velocidad punta de 40 kilómetros por hora. Su proyecto solicitaba de la Xunta 48.000 euros de financiación. Finalmente se les concedieron 23.000 euros, lo que obligó a rebajar los objetivos. Las primeras pruebas demostraron una velocidad de 32 kilómetros por hora en vacío y 25 kilómetros por hora rodando con un ocupante. La autonomía sí que se mantiene en 40 kilómetros, "además de la posibilidad de que se recarguen las baterías mientras circula, gracias a los paneles solares", explica Serantes.
El recorte en financiación les obligó por ejemplo a apostar por las líneas rectas de la carrocería, "porque las líneas curvas exigirían crear un molde exclusivo en Neuvisa y eso sería demasiado caro para una sola unidad". También prescindieron de la marcha atrás y del frenado regenerativo, que ayudaría durante los frenados a recargar las baterías.
El vehículo llama la atención también debido a la apuesta por cuatro ruedas de bicicletas BMX de competición. La rueda de repuesto se cuelga de la parte trasera a modo de coche clásico. Estas ruedas tienen capacidad para soportar 300 kilos. El chasis es de hierro galvanizado, no de aluminio, como era la intención inicial. Cuenta además con una cadenilla y unos pedales "para apoyar la impulsión y para maniobrar marcha atrás".
180 kilos de peso total, 2,7 metros de largo y 1,64 metros de ancho son las características principales del vehículo ecológico de A Paralaia, que tiene tres puertas y utiliza imanes para su correcto cierre.
En las últimas horas el propio docente se encarga de los retoques finales, como la instalación de las luces, que el viernes ya funcionaban perfectamente. También ultimó el salpicadero, en donde se puede ver lo que resta de batería y la velocidad. El proyecto fue realizado en colaboración con varias empresas privadas como la propia Neuvisa, que acoge el vehículo en sus instalaciones desde enero, Nort 3D o Láser Galicia.
El contacto para encenderlo permite varias posiciones, que pasan por el arrancado, el apagado, la circulación cargando con los paneles solares e incluso mantener la carga solar activada mientras el coche permanece estacionado.
En el congreso FP Innova se acompañará de una memoria que servirá de guía para otros centros de Formación Profesional que se embarquen en proyectos similares. Finalizado el evento, volverá al centro en donde estará expuesto un tiempo. "La intención, en los próximos años, es evolucionar cada vez más el vehículo", apunta el docente.
