El gobierno bipartito de Moaña se da de plazo hasta final de año para conseguir las cesiones de terrenos que se le resisten en las márgenes de la carretera provincial EP-1104 entre la Porta do Cego y Coiro. El objetivo es poder poner a disposición de la Diputación todos los terrenos necesarios para ejecutar el ambicioso proyecto de recuperación del espacio público y mejora de la seguridad y la movilidad peatonal en dicho vial, concretamente en el tramo entre el lavadero del río Figueirido y la subida al colegio de Abelendo, que atraviesa uno de los tramos urbanos de esta carretera y que carece por completo de espacio para peatones.
Lo cierto es que el Concello ha logrado la mayor parte de las más de 100 cesiones necesarias, comprometiéndose a efectuar los retranqueos y reposiciones a los afectados, pero alrededor de una decena de propietarios todavía no han cedido. Desde el departamento de Urbanismo aceleran estos días las conversaciones y explican que si no las consiguen antes de final de año se dirigirán a la Diputación para trasladarle los terrenos con los que cuentan. El riesgo de no tener todas las cesiones es alto, pues implicaría casi con toda seguridad la pérdida de la inversión, que se calcula en 1,1 millones de euros.
Con el proyecto ya redactado, el Concello ha conseguido incluso aportar la parte que le corresponde para ejecutar las obras mediante el Plan Concellos. La mayor parte de los trabajos los financiaría la Diputación.
El ambicioso proyecto prevé la recuperación de este tramo de la carretera como un espacio público, dando prioridad a los peatones y residentes en Abelendo.
Y es que la actuación sobre el terreno consta de cuatro tramos distintos. El primer tramo de actuación, desde el lavadero del río Figueirido -en la llamada curva de Paxarín- comienza una senda peatonal solo por la margen izquierda hasta el comienzo de las viviendas del núcleo de O Casal. En ese punto la senda peatonal ya será por ambas márgenes. En ningún tramo estas sendas serán inferiores a los 2,5 metros de ancho. Este modelo de sendas por ambas márgenes y con dos carriles de asfalto en el centro se repite en la conocida como recta de O Casal.
En los otros dos tramos en los que se divide la obra -desde el parque de O Casal hasta la altura de la antigua librería San Martiño y desde la recta hasta un poco más adelante de la subida del colegio de Abelendo- se apuesta por las llamadas "zonas de convivencia".
En estos espacios se ascenderá a una plataforma con un nivel más alto. No serán de asfalto, sino de hormigón, y la velocidad estará limitada a 30 ó 20 kilómetros por hora. Se trata de las zonas más urbanas en las que se priorizará el uso peatonal sobre el tráfico rodado.
Los problemas para conseguir varias cesiones llegaron incluso a ocasionar conflicto entre vecinos, con la aparición de carteles criticando a los que se niegan a aportar la parte de sus terrenos que les corresponde.
