Alcaldes y otros representantes municipales de Cangas, Moaña y Bueu se reunieron ayer con el responsable de la empresa Inerproma, adjudicataria del estudio para sacar a concurso el servicio de recogida y transferencia de residuos sólidos urbanos (RSU) de la Mancomunidade do Morrazo. La finalidad del encuentro, convocado por el presidente de turno de la Mancomunidade, Xosé Manuel Pazos, era marcar las pautas que regirán el nuevo contrato que se prevé que entre en vigor el próximo año, cuando expire la prórroga concedida a la actual concesionaria, Recolte, cuyo contrato finalizaba el pasado 1 de mayo.
El ente comarcal decidió adjudicar a Inerproma un estudio sobre las condiciones del servicio y los pros y contras de volver a sacarlo a concurso o bien realizarlo con medios propios, alternativas en las que existen sensibles discrepancias en el propio gobierno comarcal. La edil de Obras e Servizos de Cangas, Mercedes Giráldez, asegura que la reunión de ayer fue "unha primeira toma de contacto" para conocer al responsable de la empresa, Fernando Ortega, y apuntar "as principais necesidades do servizo", así como los medios disponibles y los que se precisarían para llevar a cabo esa tarea con mayor eficiencia.
A pesar de las diferencias que pueda haber entre los grupos políticos, Giráldez sostiene que sí coinciden en el "desexo de avanzar noutro modelo de xestión" en el que tomen más protagonismo la reducción, el reciclaje o la recogida selectiva de residuos que actualmente no se recuperan. "Queremos ir eliminando a recollida de residuos orgánicos e a queima", abunda. Además, "a sociedade e as leis europeas" apuntan por esa vía, señala la teniente de alcalde de Cangas, que asumió la presidencia de la reunión al tener que ausentarse Pazos por motivos personales.
Para realizar su informe, Inerproma necesita recopilar datos que manejan los concellos y Recolte relacionados con el volumen de residuos retirados, las rutas realizadas o los medios humanos y materiales disponibles, así como la actividad en el "Punto limpo". La edil canguesa valora la posibilidad de "redimensionar" las instalaciones de A Portela para darle más actividad, así como de "abrir outros puntos limpos" si fuera necesario. La intención es mantener nuevos encuentros entre las partes si fueran necesarios para avanzar en el estudio de necesidades. Hasta que estén todos los datos sobre la mesa no empezarán a contar los tres meses de plazo concedidos a la empresa Inerproma para elaborar el estudio que también definirá el modelo de gestión: "directa ou mixta".
