La posibilidad de reconstruir la capilla de Santo Domingo de A Pedreira desplazándola levemente para evitar los líos de lindes con otra propiedad, como proponían desde el colectivo vecinal, ha quedado descartada por la Consellería, que argumenta que se trata de un bien patrimonial sujeto a unas condiciones que no se pueden modificar, y que no piensan hacer excepciones con este caso. "Nin siquera se pode cambiar un hórreo de sitio, canto máis unha igrexa...", explica el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, que hizo llegar la demanda social a las autoridades autonómicas y no se sorprende de la respuesta recibida.

Los vecinos insisten en que, precisamente por tratarse de un bien patrimonial, lo que procedería es reconstruir las instalaciones y hacerlo bien, aprovechando para desplazarlas ligeramente con el fin de evitar posibles rencillas con los dueños de otra parcela del entorno que también sufrieron las consecuencias del desplome de la capilla la pasada primavera. "Retiraron o que corría perigo de derrumbe e apuntalaron e reforzaron o que quedaba en pé, pero nada sabemos sobre unha posible reconstrución", explica el presidente del colectivo de A Pedreira, José Antonio Antepazo, que lamenta que un inmueble que forma parte del patrimonio parroquial "se deixe esmorecer" sin que sus propietarios, la Iglesia, o las administraciones involucradas hagan algo para recuperar la estructura y evitar que solo sea un recuerdo del pasado.

Pazos recalca que el Concello no se opone a la reconstrucción de la capilla, sino todo lo contrario, aunque deja claro que no se trata de un bien municipal, sino de la Iglesia católica, y por lo tanto corresponde a esta tomar medidas. La administración municipal, añade, colaborará desde sus competencias, entre las que no está promover este tipo de actuaciones ni hacerse cargo de un bien privado. Su papel en este asunto se ha limitado a informar de la situación y a instar a la propiedad a resolver los problemas de seguridad derivados del derrumbe, así como a advertirle de que impondría multas coercitivas hasta actuar. "Fixemos o que nos correspondía", dice el alcalde.

Los vecinos de A Pedreira no se dan por satisfechos, piden "que se recupere o seu estado orixinal" y lamentan que la situación de abandono se esté consolidando. De hecho, este pasado mes de agosto ya no se celebraron las fiestas ni los actos religiosos en honor a Santo Domingo y Santa Isabel. Sus imágenes se guardan ahora en la iglesia parroquial de Coiro, y algunas deben someterse a restauración.