A veces los animales no son los de cuatro patas, sino los de dos y que se dicen seres humanos. Esta semana vecinos de Bueu han denunciado el intento de envenenamiento de dos gatos callejeros, en la zona de As Meáns. Los animales forman parte de una pequeña colonia que vive en la zona desde hace tiempo y el miércoles dos de los felinos tuvieron que ser trasladados a una clínica veterinaria en Pescadoira. Vecinos de la zona se han puesto en contacto con el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para denunciar los hechos.
El intento de envenenamiento se produjo el miércoles. Primero fue una familia la que se dio cuenta que uno de los animales presentaba unos signos extraños. "Tenía espasmos, vómitos y andaba como a tombos", cuentan. Por eso decidieron llevarlo a una clínica veterinaria cercana. En un primer momento los veterinarios no atribuyeron los síntomas a un posible envenenamiento, pero al cabo de media hora llegó una segunda vecina del mismo entorno de As Meáns con otro gato con idénticos signos. Los dos animales estuvieron hospitalizados hasta el sábado y en un primer momento no estaba muy claro que fuesen capaces de superar la situación. "Estamos convencidos de que les dieron un preparado con algún producto de jardinería para las plagas", apuntan los vecinos del lugar, que afirman que no es la primera vez que suceden hechos similares.
El siguiente paso que darán, además de la denuncia ante el Seprona y de buscar un hogar para los gatos, es iniciar una serie de acciones como la venta de rifas para poder costear el tratamiento de los animales, que en primera instancia asumirá la asociación Colonias Canguesas. El colectivo advierte que este tipo de hechos están tipificados en la Ley 1/1993. "Se consideran faltas graves y, en este caso que hay reiteración, serían muy graves", explican. Eso implica multas que pueden ir desde los 300 hasta los 15.000 euros.
Colonias Canguesas llama la atención sobre el hecho de que con el inicio de la primavera se ha constatado un aumento en el número de abandonos y animales maltratados. "Hemos recogido a Mao, tirado en una rotonda, deshidratado y con parásitos pulmonares. También tenemos a otro gato que hemos bautizado como Brabucho, al que le dispararon con un balín en el fémur y quedará cojo para siempre, o a una camada que dejaron abandonada", cuentan. La asociación insiste en que a través de la esterilización se podrían evitar muchos abandonos y que sigan aumentando las poblaciones de gatos callejeros. En estos momentos tiene en marcha una campaña de recaudación de fondos para costear sus actividades, que incluyen el cuidado de esa colonias callejeras o los gastos de atención veterinaria a animales heridos o maltratados. Por eso tiene a la venta rifas en las que sortea un alojamiento para dos personas en el Hotel Spa-Bienestar Moaña. El contacto es a través de su Facebook o en el correo coloniascanguesas@gmail.com.
