Los vecinos afectados por el corte de agua en Quintela están dispuestos a acudir hoy a Aqualia para presentar una reclamación porque aseguran que los cortes son constantes y que les están causando trastornos, además de pérdidas económicas. El Bar Royal, por ejemplo, tuvo que cerrar a las ocho de la tarde porque desde la empresa le aseguraban que la avería iba para largo: "Yo no puedo tener un local abierto sin agua. ¿Qué le digo a los clientes, que no vayan a los servicios?, ¿no preparo cafés?, ¿cómo friego la loza? Después viene Sanidad y me sanciona".

La gerente del Royal, que ya sufrió el corte de agua en Nochebuena, no puede cuantificar los daños económicos de esta segundo corte, aunque asegura que a las diez de la noche se televisaba el partido del Celta, aunque también es cierto que era en abierto. La avería se produjo a unos cien metros de su local. En su caso asegura que advirtió a la Policía a las seis de la tarde, que ya no llamó a Aqualia porque un sábado por la tarde no hay nadie en la oficina y el número que te indica en la factura es un 902, que no es gratuito, además de que en otras ocasiones se llamó pero no es efectivo. En su casa, al lado del bar no volvió el agua hasta las 6 de la madrugada.