Un total de 224 de los 255 alumnos de los ocho centros de Deza y Tabeirós-Terra de Montes que concurrieron a la Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade (ABAU) superaron las pruebas. El porcentaje de aprobados es del 87,8%, en línea con la media gallega (87,9%), pero algo más de ocho puntos por debajo del registrado en la convocatoria de 2019, que se había saldado con un 96% de éxito.
El único centro con pleno es el CPR María Inmaculada, de Silleda, si bien también es el que menos matriculados tenía. Los cuatro jóvenes que envió a la ABAU obtuvieron la calificación de aptos. "Estamos muy contentos", manifestaba ayer el director del colegio privado, Manuel Constenla. La calificación más alta corresponde a María Lorenzo Crespo, con casi un 9 en la fase general, tras haber superado los dos cursos de BACH con diez en todas las asignaturas, lo que dispara su nota de acceso hasta el 9,62. Tanto ella como su compañero Raúl Barrial López, con un 9,87 en Bachillerato, han sido convocados a un acto de reconocimiento a los mejores expedientes de Galicia por parte de la Universidade de Santiago de Compostela, un acto que se llevará a cabo de forma virtual el próximo jueves, día 23.
Únicamente los dos institutos de Lalín superan el 90% de aptos en la ABAU. En concreto, el IES Laxeiro alcanza el 94,4%, pues aprobaron 34 de los 36 alumnos que se presentaron; solo suspendieron un estudiante de diurno y uno de adultos. A este centro corresponde también la nota más alta en la fase general de la ABAU, obtenida por Roberto Agra Buján, con un 9,54, tras haber cosechado un 9,9 en Bachiller; le siguen Alba Rodríguez Rois, con un 9,29 (9,7 en BACH), y María Guinarte, con un 9,27 (9,36). El IES Aller Ulloa envió 47 alumnos a los exámenes preuniversitarios y 43 de ellos los superaron. Son el 91,5% del total, casi cuatro puntos por encima de la media gallega. Marta Ceán Romero, que llevaba una media de 9,86 del instituto, sacó un 9,47 en las pruebas generales, mientras que su compañera Laura López González, que partía de un 9,82, cosechó un 9,31, también sin computar las materias específicas.
El IES Manuel García Barros presentó el mayor número de alumnos en la zona, 75, de los que 66 fueron calificados como aptos. La media es del 88%, idéntica a la del otro centro estradense con estos estudios, el Antón Losada Diéguez, en donde aprobaron 22 de los 25 examinandos. La nota más alta de la fase general, 9,5, corresponde a Xián Fernández Andrade, del García Barros, que había tenido un 8,75 de media en BACH y que ayer realizaba la prueba de acceso al Conservatorio de Vigo, pues su intención es cursar estudios superiores de música. En el Losada Diéguez, el mejor en las materias generales fue Telmo Leira Loureiro, con un 8,95, con media de 9,76 en Bachiller.
Del IES Pintor Colmeiro, de Silleda, concurrieron un total de 38 estudiantes a la evaluación preuniversitaria y 34 la superaron (89,4%). Sandra García Bibián pasó la fase general con un 8,7, mientras que su media de Bachiller es de 9,33.
Los porcentajes más bajos de aprobados corresponden este año a los institutos de Vila de Cruces, que había hecho pleno hace un año -igual que el Losada Diéguez- y Forcarei. El IES Marco do Camballón cosechó un 70,5% después de que doce de sus 17 examinandos obtuviesen la calificación de aptos. La nota más alta es la que obtuvo Érika Mato Sánchez, con un 8,15 en la fase general, tras haber promediado 9,41 en los dos años de BACH. Por su parte, del IES Chano Piñeiro fueron trece alumnos y nueve consiguieron superar las pruebas (69,2%), con un 7,6 como nota más alta en la fase general. "Fue un año extraño, muy raro en general", resume un miembro de su directiva.
Alba Rodríguez Rois"Ya había ganas de terminar, este año se hizo muy largo"
Alba resume perfectamente el sentir de muchos compañeros suyos al admitir que afrontó la ABAU "con bastantes nervios, porque ya llevábamos estudiando mucho tiempo en casa y había ganas de terminar". Y es que "este año se hizo muy largo, sobre todo a raíz de la cuarentena", añade esta lalinense de 18 años cursó la Educación Primaria en el CEIP Pío Cabanillas Gallas, de Dozón, y luego pasó al IES Laxeiro. Con las asignaturas específicas, su media de selectividad es de 12,7 y el corte del año pasado para Medicina -la carrera que se plantea estudiar- estuvo en 12,4. "Medicina, seguramente, pero tengo dudas con Enfermería, que últimamente la tenía como segunda opción", contesta una joven que algo tiene claro: "Me gusta el mundo de la salud".
María Guinarte Gómez"Quiero hacer ADE y Derecho y Madrid es mi primera opción"
A María le salen las cuentas para acceder a los estudios que se fija como meta para formarse profesionalmente. Su intención es matricularse en el doble grado de Derecho y ADE en Madrid. "Siempre he tenido más o menos claro que Derecho me gustaba y, cuando me puse a mirar opciones, Madrid era la primera para mi", manifiesta esta lalinense también de 18 años. Todavía no tiene claro la universidad. "Estoy entre la Carlos III y la Autónoma, aún no lo he decidido", señala. En cuanto al curso atípico recién superado, "lo llevé mejor de lo que esperaba", apunta, aunque lo de tener exámenes en julio "se hizo bastante largo". "Durante el confinamiento se fue llevando bastante bien, porque tenías ritmo de estudio", concluye.
Roberto Agra Buján"Era un reto para sentirme cómodo conmigo mismo"
A pesar de que su notaza le da para escoger, Roberto ni medita la respuesta, pues lo tiene muy claro: "Voy a hacer Filosofía en Santiago". El corte para acceder a esta carrera está poco por encima del 5, pero conseguir la calificación más alta posible "era un reto personal para sentirme cómodo conmigo mismo", declara este joven lalinense de 18 años, que confiesa estar "muy contento" con el resultado y con el trato recibido en los exámenes. "Ha sido un año bastante raro, tener que parar a mitad de curso y empezar de nuevo las clases desde casa...", comenta el alumno del IES Laxeiro. Confiesa que "hacer exámenes en pleno verano es una sensación rara, estudiar se hacía cuesta arriba porque con el calor el cuerpo te pide otra cosa".
Laura López González"Me imagino desde pequeña trabajando en un hospital"
Con un 12,66 de nota final, tras añadir las materias específicas, a Laura le salen los números para acceder a los estudios de Medicina. "Siempre me he imaginado trabajando en un hospital, ya desde pequeña cuando jugaba", declara esta lalinense de 17 años. Le gustaría cursar la carrera en Santiago de Compostela y, en el improbable caso de que no pudiera acceder a la misma, se plantearía hacer Enfermería. Los últimos meses del curso los llevó bien "porque era cuestión de organizarte, y yo siempre intenté ir haciendo algo todos los días". En todo caso, reconoce que fue demasiado compás de espera. "Llevábamos cuatro meses exámenes por escrito, ya que todo lo hacíamos en ordenador, y estaba nerviosa, pero más en casa que el día del examen", dice.
Marta Ceán Tomero"Haré Matemáticas por las profesoras de los últimos años"
La Facultad de Matemáticas en Santiago de Compostela es la opción universitaria por la que se decanta Marta, y la nota de acceso no será un problema. La suya no es una vocación de toda la vida, sino que se debe a la influencia de algunas de sus docentes. "Es algo que se me formó en estos últimos cursos de Bachillerato gracias a las profesoras de Ciencias, sobre todo de Matemáticas y Física", expone esta joven lalinense. Respecto al último año, coincide en que "fue un curso muy raro, porque al principio no sabíamos ni si iba a haber selectivo". Estudiar a distancia tampoco mejoró las cosas: "Fue difícil, porque tenías que preparar todo por tu cuenta y tener mucha fuerza de voluntad. Pero mereció la pena el esfuerzo", proclama.
